Comprar en el mercado viejo de Saná
Dentro de las puertas de Bab Al Yemen reposa la vieja ciudad de Saná. Antigua y profundamente fiel a sus raíces, posee en su centro un animado mercado, conocido por ser el crisol donde se mezclan la actividad comercial y social de la ciudad.
Aunque souq al-milh significa ‘mercado de la sal’ en árabe, aquí se pueden encontrar todo tipo de objetos brillantes y de artículos de consumo. Desde teléfonos móviles a pasas sultanas, pasando por artículos clásicos para el hogar y sacos de especias de colores, en este zoco hay de todo.
Bajo la cubierta comercial bulle la asombrosa vida del mercado: hombres mascando hojas de qatpor las tardes y hasta la caída de la noche, mujeres tapadas con el velo tradicional que regatean con los tenderos y, en pequeñas bodegas, camellos caminando en círculos que aplastan semillas de sésamo para extraer el aceite.
Recorriendo las estrechas callejuelas del zoco, se tiene la intensa sensación de que el sitio parece estar detenido en el tiempo. Merece verdaderamente la pena visitar Saná para contemplar visiones como la de los hombres barbados que llevan curvadas dagas ceremoniales como símbolo de estatus social, o escuchar sonidos como el profundo bramido del muecín desde lo alto de los esbeltos minaretes, llamando a la oración.
Olvídese de los “chollos” y de los souvenirs. Mejor, abra bien los ojos a los detalles de la vida cotidiana yemení: captará instantáneas de auténtica tradición.
Hacer senderismo por las remotas montañas de Yemen
Las montañas yemeníes son uno de los mejores sitios desconocidos del mundo para hacer senderismo. Hay abundantes panoramas pintorescos, las aldeas están cerca unas de otras y las gentes de esta tierra se muestran amistosas y dispuestas a ayudar.
Los mejores rincones para el senderista están en las montañas Haraz, majestuosas al decir de la gente, verdadera alma del Yemen que solo puede sentirse y comprenderse recorriéndolas.
Jabal Maswar y Jabal Shahara también son lugares hermosos por los que caminar. Jabal Maswar posee preciosas terrazas excavadas en la ladera de la montaña, mientras que en Jabal Shahara podrá visitar un pueblo de montaña fortificado con un famoso puente de piedra del siglo XVI, construido por el prestigioso arquitecto Saleh Al-Yaman.
Por supuesto, es necesario estar en buena forma física para recorrer las montañas de Yemen, pero si tiene la fuerza suficiente, se verá recompensado con creces por las emociones y los paisajes realmente extraordinarios que se le ofrecerán.
Ver las intemporales ruinas de Yemen
Puede que Yemen no ostente el título de ser la cuna de la civilización, pero sus contribuciones a la humanidad no pueden pasarse por alto.
Se dice que aquí estuvo la sede del poder del reino de los sabeos y el hogar de la Reina de Saba, la legendaria monarca impresionada por la sabiduría del bíblico rey Salomón.
Las especias y el incienso partían de los centros mercantiles de Hadramaut, en Yemen, hacia el imperio romano.
El reino de Aksum poseyó un trozo de tierra en Yemen. Gobernados por un rey judío, los aksumitas son los ancestros de los judíos yemeníes de hoy en día.
En la antigüedad, aparte de albergar reinos caídos, Yemen fue un centro de erudición. El álgebra se inventó en una de sus antiguas madrazas. La Universidad de Zabid, apenas un recuerdo lejano en la actualidad, atraía a estudiantes procedentes de todo el mundo musulmán.
Y aunque abría sus brazos al mundo, en parte Yemen se reservaba para sí. Sus localidades de montaña fortificadas e inaccesibles para los extranjeros conservaron la cultura yemení en estado puro.
Por este motivo, explorar Yemen es como visitar un museo, como abrir una puerta en el tiempo y admirar una historia que no está contenida en vitrinas, sino que se siente y percibe en lo cotidiano.
Nadar en las remotas playas de Yemen
Situado en un extremo de la península arábiga y rodeado por el mar Rojo y el golfo de Adén, Yemen posee miles de kilómetros de costa, lo que lo convierte en un destino ideal para los turistas aficionados a la playa.
Sin embargo, la zona costera de Tihama es increíblemente calurosa. Las temperaturas medias pueden alcanzar los 43 °C, con un 100 % de humedad a mediodía. Cerciórese de utilizar la protección solar adecuada, especialmente si tomar el sol o nadar entra en sus planes.
Bucear en el mar Rojo es una auténtica delicia, ya que posee 1200 especies acuáticas y formaciones coralinas propias, nunca vistas en otros puntos del globo.
Las playas de Yemen que se extienden por el golfo de Adén son de las más remotas. Puede acampar despreocupadamente bajo el cielo estrellado, hacer surf frente a las costas de la isla de Socotra, o incluso encontrar algunos objetos desechados por el mar.
Asistir a una danza tradicional yemení
Los banquetes y las celebraciones son comunes a todos los países y culturas: desde las tribus de la Polinesia hasta las modernas sociedades occidentales, en todas ellas estaría incompleta la fiesta sin el habitual baile y jolgorio.
En Yemen, la danza se considera el punto máximo de cualquier celebración. Durante los banquetes de boda, los hombres se reúnen fuera de la casa y, al ritmo de los tambores, alzan sus dagas ceremoniales o jambiya e inician el baile.
Los hombres bailan en círculo, mientras los gráciles movimientos de sus manos simulan un duelo. Se desconoce cómo empezó esta peculiar costumbre.
A las mujeres no se les permite participar y, en algunas tribus, ni siquiera mirar. Sin embargo, se anima a los niños a partir de 10 años a aprender el baile, empuñando incluso las dagas ceremoniales.
Para algunos occidentales esto puede resultar inaceptable, pero para los yemeníes es un rito de paso hacia la edad adulta.
Aunque los turistas pueden presenciar estas danzas, sería un honor muy especial ser formalmente invitado a la celebración.
Hello fellow travelers! My name is Mary and I am the main author of Traveling East. Just like any other travel enthusiasts, traveling has also been our passion! For inquiries, suggestions or anything travel related, please feel free to send us an E-mail at support@travelingeast.com.