La mezquita azul
También se hace referencia a la Mezquita azul con el nombre de Mezquita del Sultán Ahmed. Es muy fácil divisarla desde lo lejos en Estambul.
La mezquita recibe dicho apelativo por la persona que la ordenó construir, el Sultán Ahmed. Las obras empezaron en 1609 y se prolongaron durante más de 10 años.
Aparte de su imponente arquitectura, el edificio rebosa historia y se encuentra situado al lado de otra muestra de genio arquitectónico, Santa Sofía.
El Sultán Ahmed sólo tenía 19 años cuando mandó construir la mezquita azul. Estaba muy implicado el proyecto e incluso colaboró personalmente en él, ya que estaba ansioso por ver el resultado final. Lamentablemente, falleció un año después de que se terminara la mezquita, a la corta edad de 27 años. Sus restos fueron enterrados en las afueras de su obra maestra, al igual que los de su mujer y sus tres hijos.
Si la riqueza de su pasado resulta asombrosa, también lo son los seis minaretes de la mezquita, visibles desde muy lejos. Las cúpulas son asimismo imponentes, con su disposición en cascada.
El sobrenombre de mezquita azul otorgado a la estructura no se debe a su coloración exterior, sino al embaldosado del interior.
En verano, alrededor de las nueve de la noche, se ofrece una narración histórica junto con un espectáculo de luces en el sitio. Los comentarios se hacen en distintos idiomas cada noche.
Nemrut Dagi
El monte Nemrut, más conocido como el Nemrut Dagi, se considera una de las construcciones más ambiciosas del periodo helenístico. Esta elevación de 2134 metros de altura está situada en la parte oriental del país.
En la cima de la montaña, hay una extraña colección de estatuas gigantes que representan al hombre que ordenó la construcción del sitio, el rey Antíoco I Theos de Comagene, y sus parientes.
El lugar fue olvidado después de la caída del reino de Antíoco y permaneció así hasta que los alemanes lo redescubrieron a finales del siglo XIX. En la actualidad, se considera Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Puede pasar por allí en las excursiones a Malatya y Kahta. Aparte de ser un lugar ideal para sacar fotografías panorámicas, es también un buen sitio para contemplar la puesta de sol.
Pamukkale
Pamukkale es un enclave natural ubicado en la zona suroeste del país, concretamente en la provincia de Denizli. Su nombre significa ‘castillo de algodón’ en turco.
Su situación es idílica, ya que posee un clima templado durante la mayor parte del año. En la ciudad hay travertino (una roca sedimentaria de color claro) y fuentes termales, así como terrazas formadas por minerales carbonatos depositados por las aguas.
El “castillo”, que mide 160 m de alto, 600 m de ancho y 2700 m de largo, se ve desde una distancia de 20 kilómetros, desde la orilla opuesta del valle. Hace ya un tiempo que los turistas acuden en masa a la ciudad, por lo que el turismo es uno de los principales sectores de actividad en la población.
Este lugar sufrió graves daños cuando se construyeron hoteles sobre las ruinas de Hierápolis, a mediados del siglo XX. Dichos hoteles se demolieron y fueron reemplazados por lagunas artificiales cuando se declaró el lugar Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1988. Los visitantes deben tener en cuenta que no se permite llevar calzado dentro del agua, para proteger el yacimiento.
El templo de Apolo
El templo de Apolo solía atraer a multitud de peregrinos. Situado en Didyma, en la costa oeste del país, constituía un lugar sagrado esencial en la antigua Grecia.
En la actualidad, solo quedan en pie las ruinas del templo, pero el sitio aún atrae a numerosos turistas y es una de las razones por las que Dídima, conocida hoy como Didim, es uno de los lugares más frecuentados de Turquía.
La arquitectura del templo estaba muy influenciada por la de otros dos templos diseñados por los mismos arquitectos que se encargaron de él, Panonios de Éfeso y Dafnis de Mileto. Estos templos son los de Artemisa en Éfeso y el de Hera en Samos.
Hoy en día, están intactas solo 3 de las 122 columnas jónicas que formaban parte del templo. Cada una mide unos 18 metros de altura y tiene un diámetro en la base cercano a los 2 metros. Las bases ostentan hermosas e imponentes tallas.
Playa de Ölüdeniz
Si es usted un amante de la playa, no debe dejar de ir al arenal de Ölüdeniz, la más hermosa y célebre playa del Mediterráneo. Su nombre significa ‘mar quieta’.
Aparte de disfrutar del sol y el agua, los turistas pueden practicar parapente en las colinas cercanas a la playa; de hecho, los parapentes son un elemento corriente del paisaje. El parapente biplaza, en el que dos personas pueden volar al mismo tiempo, es bastante popular.
La playa está protegida por colinas y cuenta con una laguna cuyas aguas permanecen en calma incluso durante las peores condiciones climáticas. Hay restaurantes, pequeños hoteles y pensiones situados en el terreno anterior a la playa.
Se están llevando a cabo nuevas obras en localidades ubicadas en altos cercanos, como Ovacick y Hisarönü, para dar alojamiento a las multitudes que suelen visitar este destino turístico.
La Torre de la doncella
La Torre de la doncella se conocía como la Torre de Leandro en la antigua Grecia y en el periodo medieval bizantino. Está situada en un islote frente a la costa de Üsküdar en Estambul. Se erigió en el 408 a.C. para controlar los movimientos de la flota persa.
La torre sufrió una restauración importante en 1998 y se colocaron soportes de acero un año después, tras un terremoto. Durante siglos, la torre sirvió como faro. Luego, su interior se convirtió en una cafetería y restaurante; este ocupa la primera planta y la cafetería está en la planta superior. Hay embarcaciones privadas que llegan hasta el islote varias veces al día.
La torre tiene otros motivos para la fama; en ella se filmó una escena de la película de James Bond El mundo nunca es suficiente y también aparece en otra cinta, Hitman. También se utilizó como parada en la temporada 7 del popular reality show ‘El gran reto’.
Sanliurfa
Sanliurfa recibe el apelativo de ‘ciudad de los profetas’. Aquí es donde se encuentra la cueva en la que nació el profeta Abraham.
La leyenda cuenta que los lagos de la zona, como el Halil-Ür Rahman y el Aynzeliha, se formaron después de que Abraham fuese arrojado al fuego por Nemrod: Dios convirtió el fuego en agua para salvar al profeta. Mucha gente cree, de hecho, que esto es cierto.
El sitio se considera hoy día un lugar sagrado. Algunas de sus atracciones incluyen las mezquitas de Halil-tir Rahman y Rizvaniye y la gruta donde supuestamente nació Ibrahim (Abraham), situada en las laderas del exterior del castillo de Urfa.
Biblioteca de Celso
El antiguo edificio de la Biblioteca de Celso se puede hallar en Éfeso, Anatolia. Se construyó gracias a las riquezas del propio Celso.
Celso fue uno de los primeros hombres de origen puramente griego que llegó a ser cónsul. La biblioteca constituyó un honor especial para Celso, que fue enterrado en un sarcófago en la entrada principal del edificio.
Aunque a día de hoy solo quedan ruinas, el sitio posee aún buenos ejemplos de arquitectura pública romana. Hay visitas guiadas a las que puede apuntarse si desea aprender más cosas sobre la construcción y su relevancia, así como sobre otros lugares emblemáticos de la ciudad.
Palacio Dolmabahçe
En Estambul, en la orilla europea del Bósforo, se alza otro magnífico ejemplo de genio arquitectónico, el Palacio Dolmabahçe. Esta construcción jugó un importante papel durante el Imperio otomoano, desde 1856 a 1922 (salvo entre 1887 y 1909) y fue el principal centro administrativo del Imperio.
La tradicional belleza de la estructura se ha conservado y permanece intacta. El diseño es una mezcla de elementos procedentes de estilos como el rococó, el neoclásico y el barroco. En 1984 el palacio se renovó y se inauguró como museo. Hoy en día es una sala ideal para albergar actividades relacionadas con las artes y la cultura.
Playa Kaputas
En la parte suroeste del país, concretamente entre Kas y Kalkan, se encontrará con una larga e imponente playa que se conoce como Kaputas. Está a 20 kilómetros de Kas y a 7 de Kalkan.
Su principal atractivo radica en su incólume belleza natural, que la ha hecho bastante popular entre turistas y nativos. También es una de las paradas favoritas de las embarcaciones que navegan por la ruta del Crucero azul.
Tenga en cuenta, sin embargo, que es preciso llevar la propia comida y bebida a la playa, ya que solo hay unos pocos vendedores y puestos pequeños, habitualmente durante el día. A pesar de la falta de servicios regulares en la playa, es mucha la gente que sigue acercándose a ella, para apreciar su sencilla belleza. Resulta especialmente atractiva para los amantes de la naturaleza y quienes desean pasar un día descansando, lejos del bullicio y el ajetreo del trabajo.
La playa está bastante escondida, en el municipio de Kalkan. Se puede llegar a ella por unas escaleras que bajan desde la carretera.
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