La antigua aldea de Abyanéh
La civilización y cultura iraníes antiguas sobreviven en la aldea de Abyanéh, un refugio donde se conservan ancestrales tradiciones, arquitecturas y modos de vida.
Abyanéh es una localidad histórica situada frente a la montaña Karkas, en la provincia de Isfahan . La aldea de es un apretado conglomerado de casas de barro rojo, hábilmente dispuestas unas sobre otras a lo largo de un estrecho plano inclinado, creando un imponente panorama de vetustas hileras arquitectónicas escalonadas. La disposición de las casas es sistemática e inteligente: los tejados de algunas viviendas hacen las veces de patio de las construidas inmediatamente encima.
El pueblo al completo está repleto de maravillosas edificaciones que reflejan la temprana historia iraní. Casas y templos son de raíz zoroástrica y algunas de las mezquitas musulmanas que se conservan, como las de Jame, Porzaleh y Hajatgah datan de una fecha tan remota como el siglo XI. Más aún, hay castillos y un sitio de peregrinación en el que permanecen indemnes antiguas inscripciones.
Aparte de la magnífica arquitectura, la aldea de Abyanéh también ilustra antiguas peculiaridades iraníes: los hábitos, comportamiento, vestimenta e incluso el dialecto de los nativos se mantienen intactos en la localidad, una señal de la intensa dedicación de estas gentes a la conservación de sus tradiciones.
Persépolis
Persépolis es una antiquísima ciudad erigida por Darío I El Grande en el año 518 a. C. como baluarte de su poder. Conocido como ‘el Trono de Jamshid’, este impactante complejo mesopotámico de terrazas naturales y artificiales sirvió como núcleo del antiguo Imperio Persa Aqueménida.
A pesar de estar situado en la escarpada región de Fars, al suroeste de Irán, el complejo de Persépolis garantiza el asombro de propios y extraños con sus gloriosas terrazas, pobladas de descomunales restos arquitectónicos en piedra grisácea. Igualmente sorprendente es la apadana, conocida también como galería del Rey Darío, protegida por trece colosales columnas.
Un grandioso rasgo del conjunto histórico es el Naqsh-e Rostam, o ‘retrato de Rostam’, una inmensa pared de roca donde están excavadas antiguas tumbas, incluyendo las de Darío I El Grande, Jerjes I, Artajerjes I y Darío II.
Mausoleo de la Hazrat Masuma (Fátima al-Masuma)
El Mausoleo de Hazrat Masuma situado en Qom, la segunda ciudad sagrada iraní por detrás de Mashhad, es una antigua cámara funeraria construida a principios del siglo XVII.
Sepultada en este tabernáculo se encuentra la inmaculada Fátima al-Masuma, que falleció en el año 816 d. C. También están enterradas en el mausoleo las hijas del noveno imán chií duodecimano Muhammad al-Taqi.
Aparte de las antiguas tumbas, en el conjunto destacan otras atracciones, como los salones de oración Tabātabā’ī, Bālā Sar y A‘dham y tres enormes plazas.
En el sepulcro se encuentran también más de diez institutos teológicos y otras instalaciones, algunas creadas allá por el siglo XVII.
Además, una cúpula dorada y de intrincada decoración, agregada en el siglo XIX, le da un carácter real al complejo.
Palacio Tabatabaei
El Khaneh Tabatabaei-ha, o Residencia de los Tabatabaei, es un famoso palacio situado en la ciudad de Kashan, en la provincia iraní de Isfahan. Esta sensación arquitectónica fue diseñada por el prestigioso arquitecto iraní Ustad Ali Maryam para la acaudalada familia Tabatabaei en 1880.
Esta histórica mansión se caracteriza por su arquetípica arquitectura residencial persa. La vivienda ostenta sofisticadas vidrieras en las ventanas, que acentúan el estilo tradicional y elegante de su fachada.
El palacio de los Tabatabaei posee también cuatro enormes jardines y creativas pinturas murales, lo que demuestra las privilegiadas condiciones de la familia.
El Khaneh Tabatabaei-ha no solo es admirable visualmente, sino también prueba de los atractivos culturales de Irán. Aparte de su belleza arquitectónica, esta atracción turística da fé del distintivo talento iraní y su categoría. En su visita de 1993 al lugar, el presidente de la UNESCO tuvo estas palabras de alabanza para los arquitectos iraníes: «Los arquitectos de Kashan son los mayores alquimistas de la historia. Convirtieron el polvo en oro.»
Chihil Sutun
Chihil Sutun es un famoso pabellón situado en un parque encantador, en la provincia de Isfahan. Este palacete se construyó y terminó por encargo del Sah Abbas II en 1647, principalmente como recinto con funciones sociales y recreativas.
Los patios y galerías de recepción del antiguo Chihil Sutun presenciaron encuentros de primera línea cuando, en la flor de la vida, el Sah Abbas II y sus herederos se relacionaron y trataron con grandes inteligencias, diplomáticos y embajadores.
El palacio, ubicado al extremo de un estanque alargado, es famoso por sus “cuarenta columnas”, una ilusión creada por los veinte enormes pilares a la entrada del edificio. Cuando se reflejan en las claras aguas del estanque parecen cuarenta, de ahí el sobrenombre.
Un elemento protagonista de la escena en Chihil Sutun es precisamente el grandioso estanque central, protegido por cuatro leones de piedra en cada esquina. También hay otros espectáculos visuales, como la sala de los espejos, la sala de los dieciocho pilares y los enormes pabellones norte y sur.
Plaza de Naghsh-i Jahan
La plaza de Naghsh-i Jahan, levantada en tiempos del Sah Abbas I El Grande, durante la era safávida, es testimonio de la exuberante y vibrante cultura de la Persia antigua. La plaza es bien conocida por sus emblemáticos edificios, como la Mezquita Real, la Mezquita del Jeque Lotf-Allah, el Pórtico de Qeyssariyeh, y el Palacio Timúrida, que data del siglo XV.
Las cuatro mezquitas principales no solo sirven como lugares de culto, sino que también exhiben ostentosamente las peculiaridades y esplendor de la arquitectura iraní. Estas mezquitas están adornadas con elaborados diseños, ornatos de significación cultural y antiguas tallas.
Un estudioso del Irán de origen británico, llamado Roger Seyouri, analizó la historia de este recinto durante la era safávida y propuso que la plaza de Naghsh-i Jahan servía como mercado público durante el día y como lugar para el esparcimiento y la celebración de espectáculos durante la noche.
Torre Azadi
La Torre Azadi, conocida anteriormente como el Monumento Shahyad, es una estructura elevada conmemorativa, creada en 1971 para celebrar el 2.500 aniversario del Imperio Persa. Diseñado por Hossein Amanat, este rascacielos de 45 metros exhibe un grandioso diseño arquitectónico y simbología islámicos y persas, que lo convierten en un icono nacional del Irán actual.
La torre, cubierta de mármol, se sustenta en cuatro anchos apoyos que se arquean hacia la cumbre, formando unas amplias arcadas. Bajo la Torre Azadi está el complejo cultural del mismo nombre, con pintorescos jardines botánicos y fuentes que celebran la riqueza de la antigua cultura iraní.
Geoparque de Qeshm
Situado en la isla suroccidental de Qeshm, el Geoparque global de la isla es una reserva que alberga parte del distintivo patrimonio natural iraní.
Este territorio de 1500m2 permite apreciar los espléndidos recursos geológicos del país, al igual que la inimitable calidez y cordialidad iraníes.
El Geoparque es de categoría internacional y constituye la perfecta escapada para quienes buscan aventuras naturales, a tan solo 30 minutos de vuelo desde la costa norte o sur. Comida barata, alojamiento y servicios complementan la sobrecogedora sensación de ser uno con la naturaleza durante esta extraordinaria experiencia.
Shah Cheragh
El yacimiento arqueológico de Shiraz, en Irán, es ampliamente conocido por ser una antigua ciudad amurallada, al igual que foco de mezquitas y palacios islámicos. Shiraz rebosa de santuarios y cenotafios, incluyendo la descomunal Mezquita Safávida.
Probablemente la estructura islámica más notable de Shiraz sea el sepulcro de Syed Amir Ahmad, o Ahmad ibn Musa. Este monumento funerario fue creado para Amir Ahmad, cuyo padre y hermano fueron ambos imanes, y que, según se cree, fue asesinado mientras estaba refugiado en Shariz con su hermano, Mir Muhammad, alrededor del 835 d. C.
Con el tiempo, la simple cámara funeraria en que reposaban los restos de Amir Ahmad y Mir Muhammad llamó la atención de la imaginativa y espiritual monarca de aquellos tiempos. La Reina Tashi Khatun ordenó la transformación de las tumbas y la construcción de una gran mezquita e institución religiosa en el siglo XIV.
Desde entonces, las tumbas de los hermanos han sido una atracción célebre y en última instancia recibieron el nombre de Sah Cheragh o ‘Rey de la Luz’.
En la actualidad, el sobrenombre del sepulcro solo hace justicia a sus relumbrantes parapetos. Los interiores son de superficies hábilmente cubiertas con brillantes recortes de vidrio y azulejos de colores, mientras que la cúpula es un exquisito mosaico centelleante de diminutas piezas.
Monte Damavand
El monte Damavand, un estratovolcán inactivo, se considera un símbolo nacional del poder y la paz en Irán, ya que ha soportado numerosos imperios, tribus, gobiernos e incluso mandatos religiosos y ha durado más que todos ellos.
Con casi 5.670 metros, este volcán de la provincia de Mazandarán es considerado el “rey” de las formaciones terrestres gigantescas de Oriente Medio y Asia Occidental.
A pesar de estar cercado por las escarpadas y afiladas paredes de las montañas Alborz y custodiado por desiertos aparentemente infinitos, el monte Damavad aún sobresale e impera sobre todos ellos, con su inconfundible altura y su perfil increíblemente atrayente.
La mejor época para atacar la respetable altitud del monte Damavad son los meses de julio, agosto y septiembre. Este volcán de cima apuntada fue conquistado por primera vez por un alpinista llamado W. T. Thomson en 1837.
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