El clima egipcio puede resumirse en dos palabras: cálido y húmedo. Como en cualquier otro país desértico, sufrirá el abrasador calor del sol durante el día y el frío viento durante la noche. Los meses del fresco invierno empiezan en diciembre y terminan en enero, con una temperatura media diurna de 20°C. Los días más calurosos en Egipto se registran durante los meses de verano, entre mayo y octubre, en los que las temperaturas pueden llegar a los 50°C. El mayor incremento térmico corresponde al periodo entre junio y agosto.
Es mejor viajar a Egipto en invierno, cuando el tiempo es fresco y soportable. No obstante, estas fechas constituyen la temporada alta, por lo que las tarifas hoteleras y turísticas son entonces realmente elevadas.
El Ramadán, al igual que en cualquier otro país musulmán, es en Egipto el mes del ayuno. Es mejor no viajar al país en este periodo, especialmente si busca diversión. Durante el Ramadán, la mayor parte de los restaurantes e incluso de los centros comerciales están cerrados o, de abrir, lo hacen en un horario muy reducido.
Durante los meses de marzo y mayo pueden ocurrir fuertes tormentas de arena. Esto se debe al khamsin, un cálido viento primaveral que arrastra una enorme cantidad de polvo y arena, formando las temibles tormentas.
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