El Reino de Arabia Saudí es un país árido, donde las precipitaciones sólo caen en las áreas costeras y las tormentas de arena cubren las grandes ciudades de denso polvo durante semanas.
La temperatura del suelo se eleva hasta los 45 °C durante los meses de verano, entre mayo y septiembre, y cae hasta los 0 °C, en especial en las tierras altas, entre mediados de noviembre y marzo.
A pesar de las prominentes características desérticas del país, con dunas del tamaño de petroleros alzándose en el Rub al-Jali, hay remansos de fragantes bosques de enebros en las tierras altas, que las diferencian del seco paisaje de las zonas bajas. La niebla baja de las montañas que circundan Taif, convirtiendo a esta pequeña ciudad en un excelente lugar para aquellos que buscan huir del calor abrasador de las tierras bajas.
Si se encuentra en Riad durante el mes de enero, podrá disfrutar de las carreras de caballos que se celebran en la capital. Organizado por el propio sultán, este festival no sólo promociona la tradición árabe de la cría caballar, sino también las disciplinas ecuestres que han hecho famosos a los árabes en todo el mundo.
Sin embargo, si planea viajar a Arabia Saudita durante el mes del ramadán, tenga en consideración la marea humana que realiza su hajj2 hacia La Meca. No sólo se encontrará con que los hoteles están completamente llenos en las ciudades, sino con que los restaurantes y comercios cierran durante el día.
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