Ruinas de Nan Madol
Ciudad de piedra situada en la costa este del estado de Pohnpei, Nan Madol está compuestaesta principalmente por 90 islotes levantados por la mano del hombre, conectados por canales y rodeados por pétreos muros de piedra. La ciudad, también llamadaconocida también como la Venecia del Pacífico, se construyó comocomo residencia de de los antiguos monarcas de la dinastía Saudeleur.
Algunos islotes servían como cementerios y otros se empleaban para propósitos especiales como la fabricación del aceite de coco, construcción de canoas y preparación de alimentos. Se dice que en Nan Madol residían menos de mil personas.
Las ruinas sugieren que la ciudad había estado habitada desde el primer o el segundo siglo de nuestra era, pero fue durante los siglos VIII o IX cuando se construyeron los islotes, y hacia el siglo XII o XIII se inició la construcción de megalitos.
Esto es lo que intriga a los arqueólogos en Nan Madol: los muros, que miden entre 5 y 7,5 metros de altura y 5 de grosor, están hechos con bloques de piedra basáltica y dispuestos en hileras según un patrón alterno. Las investigaciones arqueológicas han demostrado que en Nan Madol no hay basalto, por lo que sigue siendo un misterio cómo los ponapeños transportaron los pesados bloques basálticos hasta allí las pesadas piedras.
La roca Sokeh
La roca de Sokeh, otro hito emblemático de Pohnpei, es hipnótica, en especial vista desde lejos. Este pronunciadísimo acantilado resalta en medio deentre un exuberante terreno montañoso, destacando extraordinariamente entre la vegetación.
Las vistas desde la cima de la roca Sokeh son aún más fascinantes: el acantilado ofrece un sobrecogedor panorama del mar salpicado de manchas verdes, un complemento visual perfecto para el claro cielo azul pastel. La total serenidad de la escena transmite calma interior.
Por supuesto, llegar a la cima es una aventura para viajeros de corazón valiente corazones vigorosos: hay que caminar colina arriba para llegar a la base de la roca Sokeh, siguiendo una pista y escalando empinadas rocas. El desafío de verdad empieza una vez allí. La ascensión implica subir agarrándose al tubo que recorre el borde del acantilado, a las raíces de los árboles y a cualquier otra cosa que se pueda. Por supuesto, los guías locales ayudan durante todo el camino.
Recuerde que escalar la roca Sokeh no es para los corazones débiles, así que hágalo únicamente si su forma física se lo permite.
Islas periféricas de Pohnpei
Pruebe la aventura definitiva en Pohnpei, dejando atrás su abandonando la costa y yendo hacia las islas periféricas del estado. Estos territorios exteriores cuentan con maravillosas vistas, playas majestuosas, posibilidad de acampar y de vivir una aventura isleña única en una isla.
El atolón Ant es uno de los destinos periféricos de Pohnpei más visitados. Es un pequeño atolón, está a 16 kilómetros de la costa y , al que se puede llegar a él en barco. Lo que aquí encontrará serán límpidas aguas repletas de hermosas especies marinas. Así que la aventura acuática será digna de recordar memorable, ya opte por el submarinismo, el buceo con esnórquel o la pesca de profundidad.
Al suroeste de Pohnpei se encuentra Black Coral. Con un diámetro de 100 metros, este islote es diminuto pero impresionantemente pintoresco. El agua es cristalina y refleja el azul del firmamento. Black Coral bulle de peces tropicales, por lo que el sitio área es un magnífico punto de inmersión.
Langer, Pakin, Kapingamarangi y Nahlapare son también otras islas periféricas que cualquier turista en busca de aventuras debería visitar. Kapingamarngi,.
La flota sumergida de la laguna Truk
La flota sumergida de la laguna Truk es la atraccción más popular del estado de Chuuk y, de hecho, uno de los puntos de inmersión con restos de naufragios más interesantes del mundo.
En ningún otro lugar del globo podrá ver tal museo subacuático de buques de guerra, aviones y barcos hundidos en aguas claras y someras. La laguna de Truk posee más de 60.
Al ser base naval japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, la laguna de Truk albergaba la inmensa flota del Japón. El ataque estadounidense de 1944, acertadamente llamado Operación gGranizo, hundió la flota y creó sin pretenderlo el que hoy se conoce como el mejor paraíso del mundo del buceo entre pecios.
Los restos permanecen tal y como estaban cuando se hundieron: tanques, camiones y todoterrenos sujetos a las embarcaciones, botellas en los cascos y aviones de combate en las bodegas. EPero estos buques de guerra, antaño de poderoso aspecto, están ahora cubiertos de esponjas y corales y sirven de refugio a diversas especies marinas.
Cerca de los pecios y sobre ellos hay otra serie de elementos, como loza, bicicletas, bombas y bombonas de gas. Y para completar el museo submarino, las hay calaveras descansando sobre el fondo del mar.
Isla de Dublón
Dublón es el nombre español de la isla tropical conocida localmente como Tonowas Tonoas. Este territorio del estado de Chuuk fue cuartel general de la Armada japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.
Como tal, Dublón posee diversas ruinas de carácter militar que incluyen tanques de almacenamiento de combustible, fondeadero de hidroaviones y un búnker.
Sin embargo, Dublón no es solo un museo al aire libre de la ocupación japonesa, porque su belleza natural puede facilitarle el disfrute de una emocionante aventura. Aquí se puede bucear, nadar y hacer esnórquel.
Para otro tipo de inmersión, la cultural, puede hacer una excursión a la aldea y admirar la simplicidad de la vida cotidiana de los nativos.
Mientras recorre la zona, deje que sus sentidos se embelesen con la exuberante vegetación que salpica la arenosa costa y el relajante sonido de las azules aguas.
Isla de Moen
Weno, conocida anteriormente como Moen, es la capital de Chuukuk. Comparada con otras islas del estado, la de Moen tiene un aura de modernidad. Aquí se encuentraE el aeropuerto internacional de Chuuk está aquí y hay carreteras asfaltadas en casi todas las localidades.
Con numerosísimas atracciones turísticas, Moen es el destino ideal para edel viajero. Puede empezar su ronda visitando el faro de Sapuk, una estructura erigida durante la ocupación japonesa. Está enteramente cubierta de marcas de proyectiles y bajo el faro hay armas de fuego utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Visite asimismo la cueva Nefo. Aquí es donde solían vivir algunos soldados que vigilaban el acceso norte. La cueva es bastante amplia, con una anchura de unos 3 metros, una altura de más de dos y una longitud de casi 24. Aún hay un cañón de seis pulgadas dentro de la grutacueva.
La cueva llamada hoy día Tonata Guns and Caves es otra cavidad estratégica utilizada por el ejército japonés. Es una grutacueva natural que fue fortificada y ampliada por los japoneses para almacenar y transportar armamento.
Los sitios de relevancia histórica son solo el preludio de las atracciones de Moen. En esta isla, admirar la visión de las aguas, la arena y los altos árboles es ineludible, así pues, cerciórese de saborear el deslumbrante despliegue de la naturaleza.
A propósito, no olvide visitar el monte Tonachau, el pico más alto de Moen, con una altura de 229 metros. La montaña ofrece un panorama imponente de la isla.
Isla Eten
Si desea saciar su curiosidad sobre la Segunda Guerra Mundial, hágale una visita a la isla Eten. Es un pequeño territorio de Chuuk, intensamente nivelado por el ejército japonés para convertirlo en una pista de aterrizaje.
En la actualidad, la isla tiene una forma parecida a la de un avión, como si fuesun aparente un recordatorio de su pasado.
Los restos bélicos de la isla Eten, que incluyen un puesto de mando destruido y viejos aviones, traerán a su mentele sugerirán abundantes historias de guerra.
Aparte de estos vestigios, la isla Eten también ostenta cierta serenidad. Las palmeras adornan el terreno y las azules aguas resultan de lo más tentador.
Así pues, Eten será una escapada relajante para descansar de las visitas a lugares de interés histórico o de las aventuras acuáticas.
Yap
En general, Yap permanece ajena a lo urbano, por lo que sus seculares tradiciones y costumbres se mantienen intactas. De hecho, la atracción número uno de la isla es su cultura, muy bien conservada cultura de la isla es su atracción número uno.
En Yap las casas están hechas de madera y paja, las monedas de piedra se utilizan habitualmenteampliamente, las prendas de vestir son las que manda la tradicióntradicionales (falda entretejida de hibisco para las mujeres y taparrabos para los hombres), tejer es una actividad cotidiana y los bailes tradicionales son la manifestación artística más destacada.
Las visitas a las aldeas, como Wanyan, Waaloy, Balabat, y Okau, son culturalmente enriquecedoras y le dejarán asombrado ante la simplicidad y tradición del modo de vida yapés asombrosas. Los nativos le mostrarán entusiasmados sus cabañas, cómo descascaran los cocos y llevan a cabo otras actividades cotidianas, le permitirán probar la fruta fresca y le mostraránpresentarán sus danzas. Los yapeses, aunque al principio son tímidos, suelen mostrarse amistosos y amablescomplacientes.
El hotel donde se aloje puede ocuparse de organizar Llas excursiones a los pueblos pueden ser organizadas por el hotel donde se aloje. Cuando vaya a una aldea de los yap, asegúrese de llevar el atuendo apropiado. Las mujeres deben vestir ropas que lleguen al menos hasta la rodilla y no muestrenn los muslos; los hombres deben llevar pantalones que cubran a media pierna.
Islas periféricas de Yap
Visitar las islas exteriores de Yap es una experiencia a mayor escala. Aislados y silenciosos, estos territorios son en verdad un paraíso perdido, poseedor de, que posee un característico estilo de vida y ancestraletiguas costumbrestradiciones.
En las islas de la periferia, disfrutaráserá testigo de playas y lagunas vírgenes, se relacionará con los mandatarios tradicionalesjefes tradicionales, será uno más entre los nativos y vivirá una experiencia despojada de modernidad.
Si una excursión a las islas exteriores entra dentro de sus planes, cerciórese de ir a Ulithi. Es el cuarto atolón más grande del mundo y ofrece playas inmaculadas y puntos de inmersión espectaculares.
Estando en Ulithi, desplazarse de una isla a otra es sencillo. Puede coger una barca o, si va durante la estación en la que la marea baja más, puede llegarir andando de una a otra.
Fais es otro destino encantador. Es una isla elevada de coral y resulta ideal para hacer esnórquel y espeleología submarina. En Fais no hay electricidad ni agua corriente, así que aquí experimentará la auténtica vida isleña.
Fayu oeste, Sorol y Woleai también son maravillosas para unas vacaciones insulares. Hay vuelos entre Yap y todas estas islas periféricas, pero deben organizarse al menos seis semanas antes de la visita.
Kosrae
Kosrae es una joya entre los estados de Micronesia. El perfil de la isla desde el mar recuerda a una mujer tumbada de espaldas, por lo que se ha dado a Kosrae el nombre de ‘la dama dormida’. Bendecida con prístinas aguas, abundantes arrecifes y terrenos llenos de verdor, Kosrae es visita obligada.
Puede pasar sus vacaciones en Kosrae de muchas maneras. Si le gusta hacer senderismo, puede recorrer las pistas del monte Finkol, el pico más alto del estado, y del monte Oma, que le llevarán hasta preciosos saltos de agua y cuevas de la Segunda Guerra Mundial.
Una visita a los yacimientos arqueológicos es perfecta si le interesa la historia antigua. Aquí encontrará las ruinas de Lelu que, al igual que las de Nan Madol, son prueba de la temprana actividad humana en la zona. Las ruinas son parte de unos muros basálticos que encierran un antiguo complejo.
Las ruinas de Menke, aunque más pequeñas que Lelu, son también un sitio interesante. Se cree que es aquí donde los antiguos adoraban a la diosa Singlaku. El sitio cuenta también con senderos en los que abundan las plantas medicinales.
Refresque sus vacaciones sumergiéndose en las aguas, que rebosan que bullen con de especies marinas vivaces y multicolores. Delfines, ballenas, peces tropicales y corales componen un hermoso mundo submarino.
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