Coger el Bernina Exprés
Este pequeño trenecito rojo es el vínculo entre el frío norte y el tibio sur de Suiza. El Bernina Exprés viaja por un viaducto construido en piedra apenas labrada, contra el telón de fondo de las montañas y los altos abetos alpinos.
En 2008, se incluyó en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO el Bernina Exprés entre Tirano y Thusis, convirtiéndose así en la tercera ruta ferroviaria que recibe este honor.
El recorrido del Bernina Exprés lleva a los viajeros a través de 55 túneles y por encima de 196 puentes. El trayecto completo va desde Chur, la más antigua ciudad de Suiza, al encantador valle de Veltin.
Es imprescindible tener plaza reservada si desea subir al Bernina Exprés. Puede hacerlo en cualquier estación de tren del país, pero antes de subir, asegúrese de que lleva consigo sus documentos de viaje, ya que en algún tramo pasará por Italia. Por supuesto, en la misma ruta volverá a pasar a Suiza.
Esquiar en los Alpes
Suiza es un paraíso para los esquiadores. Las pintorescas laderas de los Alpes son estímulo más que suficiente como para empujar tanto a los esquiadores novatos como a los expertos a visitar a Suiza y vivir una aventura esquiando.
Las muchas caras de los Alpes ofrecen posibilidades sea cual sea el nivel de habilidad. Las laderas menos pronunciadas hacen el aprendizaje más sencillo para los principiantes, mientras que las más empinadas ofrecen un reto emocionante a quienes llevan años practicando este deporte.
Algunos de los destinos favoritos de los esquiadores en Suiza se encuentran en Zermatt, Saint Moritz, Gstaad, Iterlaken y Davos.
Por otro lado, la estación de esquí más alta de los Alpes, para el verano, es Matterhorn. También es una de las más grandes de Europa, con 36 kilómetros cuadrados de terreno dedicado a actividades en la nieve, y altitudes que oscilan entre los 2900 y los 3900 metros.
En estas laderas cubiertas de nieve no solo se puede hacer esquí, hay otras opciones: los deportes de invierno como el snowboard también son populares en el país.
Visitar el Museo suizo del transporte y las comunicaciones
El Museo suizo del transporte y las comunicaciones, situado en la brillante ciudad de Lucerna, es uno de los más populares de Suiza. Turistas procedentes de todos los rincones del país y del mundo acuden en masa a este complejo para asombrarse con la tecnología y la historia que exhibe.
El Museo del transporte y las comunicaciones consta del Museo del transporte, un teatro IMAX, el Museo Hans Erni, el espectáculo multimedia del túnel de San Gotardo y el planetario Zeiss Longines. También hay varios restaurantes y un centro de conferencias en el complejo.
Una de las atracciones más populares del museo es un globo de helio que puede elevar a 25 pasajeros hasta una altura de 110 metros por encima del edificio. Una vez allí, los turistas se maravillan con el panorama alpino circundante. El teatro IMAX, por otro lado, ofrece a los visitantes una expedición por la naturaleza, la ciencia y la tecnología mundiales mediante una presentación de 40 minutos de duración.
Por supuesto, una de las principales razones por las que la gente acude a este museo es para ver los vehículos. Hay modelos de coche tanto del pasado como del presente expuestos en el Museo del transporte, que muestran los avances de la tecnología a través de los años y apuntan a los próximos desarrollos futuros.
Explorar un lago subterráneo
La exploración subterránea siempre es una experiencia casi ultraterrena, ya que tienen lugar en un sitio al que normalmente no llega la gente.
En Suiza, puede vivirla explorando San Leonardo, uno de los lagos subterráneos más grandes de Europa.
San Leonardo se encuentra entre Sierrre y Sion. Es muy accesible; justo a la entrada se ofrecen visitas guiadas en embarcaciones, en las que un guía acompaña a los pasajeros para contarles todo lo que quieran saber del lugar.
El lago cubre una superficie de 6000 metros cuadrados y está decorado por formaciones rocosas de 10 metros de altura.
Los turistas llevan visitando San Leonardo desde 1949. Anualmente, unos 80.000 hacen el recorrido guiado por el lago subterráneo.
Visitar a los osos
El foso de los osos en Berna es una atracción suiza mundialmente famosa. El foso permite a los visitantes contemplar a los osos desde una distancia segura, observando cómo viven, juegan y se alimentan.
En 2009, Berna decidió proporcionar un hábitat más adecuado para estos animales, creando un parque para osos de 6000 kilómetros cuadrados, para su uso particular.
En este nuevo parque, los osos viven libres en su hábitat natural. El verde terreno de la zona está lleno de colinas y cuevas que sirven de hogar y territorio a los osos. La principal fuente de agua de los animales es el ‘baño de los osos’ en el cercano río Aare.
Sin embargo, el antiguo foso aún existe; está conectado al nuevo parque mediante un túnel.
El foso de los osos de Berna está incluido en la actualidad entre los Objetos culturales federales de significación nacional de Suiza, bajo la máxima categoría de conservación.
Uno de los cuidadores de estos animales puede acompañar a los visitantes en un recorrido turístico por ambos, el antiguo foso de los osos y el nuevo parque.
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