La ubicación de Rumanía en el continente europeo conlleva variaciones significativas de temperatura a lo largo del año. El país tiene cuatro estaciones, siendo la primavera y el otoño las épocas más convenientes para visitarlo.
Durante la primavera, entre finales de marzo y principios de junio, el clima es agradablemente templado, aunque refresca a primeras horas de la mañana y por la noche. La temperatura diurna es perfecta para pasear por las principales ciudades y explorar territorios agrestes.
Entre finales de septiembre y principios de noviembre transcurre un otoño seco, con temperaturas moderadamente bajas. Durante esta época, la vegetación está plena de color, y constituye un lujo para la vista.
Después de la primavera y el otoño, la mejor estación para visitar Rumanía es el verano, entre junio y septiembre. Esta época se caracteriza generalmente por las altas temperaturas, que oscilan entre los 16 y los 35 °C.
A pesar del calor, los meses de verano resultan ideales para las actividades vacacionales, especialmente en las llanuras y a lo largo de la costa sur del mar Negro.
Por otro lado, el invierno suele traer nevadas incesantes entre los meses de noviembre y marzo. Las temperaturas se mueven entre los 2 y los 15 °C, correspondiendo las más bajas a las regiones montañosas.
Las precipitaciones anuales son, en promedio, de 750 mm y se concentran en los meses de abril y octubre.
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