El clima de la República Checa es continental templado. Los veranos son cálidos, pero también es durante esta época cuando más precipitaciones recibe el país.
El estío transcurre en Chequia entre los meses de junio y agosto y las temperaturas máximas se registran en julio. Durante el verano es habitual que superen los 30 grados centígrados.
El invierno checo es nuboso, muy frío y con abundantes nevadas. Tiene lugar entre diciembre y febrero, con temperaturas que pueden bajar de los 5 grados bajo cero en zonas urbanas, de los 15 bajo cero en zonas de montaña y de los 30 grados bajo cero en las mayores altitudes. Las montañas del país están cubiertas de nieve hasta 130 días al año.
La primavera visita la República Checa entre finales de marzo y mayo. El clima es variable: puede llover a veces, llegando incluso a producirse inundaciones.
El otoño empieza en septiembre. Durante esta estación, las temperaturas medias son de 20 grados centígrados, aunque pueden bajar de los 15 grados en octubre. En noviembre pueden llegar al punto de congelación.
Si desea visitar el país sin multitudes, puede organizar el viaje para mayo o septiembre. Por lo general, el clima es suave durante estos meses. Si busca alojamientos asequibles, pruebe a viajar en abril u octubre, cuando la afluencia de turistas es menor. Los albergues del país están bastante llenos de estudiantes durante julio y agosto.
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