Oslo
Oslo es la capital de Noruega y la mayor ciudad del país, así como una de las más extensas de Europa. Es obviamente cosmopolita pero mantiene intacta su sensibilidad cultural gracias a sus museos, parques y galerías de arte.
El Museo de los barcos vikingos, que alberga embarcaciones y otros objetos vikingos y el Museo Munch, en el que se expone la mayor colección pictórica del prestigioso artista noruego Edvard Munch, son dos de las principales atracciones de Noruega.
A ellas hay que añadir la puntera modernidad arquitectónica del Teatro de la ópera, inspirador y despampanante, en el que se representan espectáculos culturales y operísticos desde su inauguración en 2008. Igualmente moderna en todos los sentidos es la Rampa para salto de esquí en Holmenkollen, una estructura de acero y hormigón, la más nueva del mundo en su especie.
El Parque escultórico de Vigeland, que alberga más de 100 esculturas en bronce y granito, ostenta su propia belleza. Popular lugar de reunión y picnic, este recinto es buena muestra del amor de los noruegos por el aire libre.
A pesar de toda su modernidad, los 1000 años de historia de Oslo están muy presentes, en especial en la Fortaleza Akershus. Este edificio solía ser la sede del poder de los monarcas noruegos y aún se celebran en él importantes eventos estatales. La fortaleza, una de las atracciones favoritas de Oslo, es en la actualidad un edificio emblemático nacional.
Geirangerfjord
Geirangerfjord es de otro mundo, cuando menos. Este fiordo con forma de S, cuya belleza adornan las montañas circundantes, los espectaculares saltos de agua, las granjas abandonadas y el verdor de la vegetación, es un hito turístico muy destacado de Noruega.
La circunstancia de que el Geirangerfjord esté incluido en el prestigioso catálogo de los sitios Patrimonio Mundial de la Humanidad, de la UNESCO, es suficiente afirmación de su belleza. Durante la visita, se verá rodeado por un paisaje sobrecogedor de naturaleza en bruto, intacta.
Este entorno es un adecuado telón de fondo para las numerosas aventuras que ofrece el Geirangerfjord. Puede apuntarse a excursiones panorámicas, hacer descenso de rápidos o piragüismo por el fiordo, practicar la pesca y hacer senderismo por las cumbres. Si su visita transcurre durante el invierno, pruebe a esquiar sobre las heladas cimas.
Røros
La pequeña población de Røros es una joya histórica y cultural de Noruega. Ostenta coloridas viviendas de madera y edificios de los siglos XVII y XVIII, todos los cuales mantienen su función original y reflejan la historia de la localidad como pueblo minero. El hermoso paisaje circundante incluye montañas, lagos, mesetas y valles.
Hoy en día la historia de Røros aún está en marcha, pero sus tradiciones y su cultura se conservan con mimo, algo que realza el sencillo encanto de la ciudad. Aunque la actividad minera cesó hace ya tiempo, el sector de las artes y oficios permanece vivo y mantiene a Røros en el candelero. De hecho, la localidad es célebre por el talento de sus artesanos y artistas.
Junto con su valor cultural e histórico, el añejo encanto de Røros hizo que la UNESCO la declarase Patrimonio Nacional de la Humanidad, y esta solera es lo que podrá admirar al caminar por las calles que llevan a las distintas atracciones, como la Bergstandes Ziir, una iglesia construida en 1784 y la Frøyas Hus, una antigua granja.
Aparte de ofrecer estupendas vistas, Røros le invita a subirse en un trineo de perros, navegar y pescar, y a comprar artesanía y obras de arte locales.
Lofoten
Lofoten es un archipiélago, situado al norte del círculo polar ártico, que resulta tan interesante como majestuoso. Está compuesto por hermosas islas, conectadas entre sí por puentes, y cuyas pequeñas poblaciones prosperan gracias a la pesca.
El encanto escénico de Lofoten es difícil de resistir. Sus cumbres se elevan entre las abundantes y oscuras aguas azules. El aire es gélido, pero el verdor que caracteriza al entorno brinda tibieza al espíritu.
Se puede llegar a todas las islas mediante transbordador, coche o bicicleta y, vaya donde vaya, conseguirá con toda certeza gozar de un panorama auténticamente noruego. En la isla de Henningsvær, por ejemplo, podrá contemplar un pueblo de pescadores sobre un precioso lienzo montañoso y en Eggum podrá admirar el sol de medianoche desde la playa.
Las islas principales, llamadas Austvågøy, Flakstadøy, Gimsøy, Moskenesøy, Røst, Værøy y Vestvågøy, pueden presumir de una belleza propia.
Bergen
Resulta fácil entender que se considere a Bergen como una de las ciudades más hermosas del mundo. Enmarcada por fiordos y montañas y repleta de edificios de madera multicolores, el encanto histórico de la ciudad es más que reseñable.
Mucho se debe a Bryggen, el antiguo embarcadero cuya historia como puerto comercial se remonta al siglo XIV; con sus construcciones medievales en madera, fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Su indiscutible belleza, respaldada por su solera, hace de Bryggen uno de los destinos turísticos más importantes no solo de Bergen, sino de toda Noruega.
Para disfrutar al máximo de su estancia en Bergen, suba al funicular Fløibanen, un teleférico que le permitirá contemplar la ciudad desde lo alto, ya que lleva hasta la cumbre de la montaña Fløien. En la cima, disfrute de las impresionantes vistas de los fiordos, las montañas y la ciudad.
Visite a continuación el Museo de la antigua Bergen, un recinto al aire libre con antiguas viviendas de madera, y el Mercado del pescado, donde podrá adquirir las más frescas viandas del mar.
Cerciórese de no abandonar Bergen sin antes haber visto el Museo de Edvard Grieg, el Acuario de Bergen, el Centro de las ciencias y galerías de arte como el Centro de arte contemporáneo y el Museo de las Artes de Bergen.
Nærøyfjord
El Nærøyfjord es uno de los brazos del Sognefjord, el fiordo más largo de Noruega, que recibe en consecuencia el sobrenombre de ‘rey de los fiordos’. Nærøyfjord alardea de una pintoresca belleza y es considerado uno de los fiordos más majestuosos de Noruega y del mundo entero. Figura en el catálogo del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO.
El Nærøyfjord está rodeado de montañas; desde ellas, las cataratas se precipitan salvajemente hacia las aguas. Las granjas que salpican las laderas completan la atmósfera idílica, amén de la exuberante vegetación, que añade colores brillantes al vívido entorno natural.
La mejor forma de explorar el fiordo es a bordo de un barco, aunque para conseguir un mano a mano más íntimo con el Nærøyfjord y sus alrededores, el piragüismo es una excelente opción. Si desea desplazarse por tierra, puede caminar o llevar su bicicleta por las rutas y pararse a descansar tumbándose en la hierba, beber de los ríos o, simplemente, contemplar el maravilloso panorama que se despliega ante sus ojos.
El nombre del Nærøyfjord, que es el fiordo más estrecho del mundo, deriva de Njord, el dios noruego del mar y los navegantes.
Parque Nacional Jotunheimen
El parque nacional de Jotunheimen es célebre por poseer la mayor concentración de montañas con más de 2000 metros de altitud del norte de Europa. Todos los picos, un total de 275, superan esta altura, siendo el Galdhøpiggen, con sus 2469 m, la cumbre más elevada del parque y de toda Noruega. Sesenta glaciares, así como numerosos lagos alpinos, completan el panorama.
Con una geografía tan escarpada, no es de extrañar que el parque nacional de Jotunheimen sea un destino ideal para hacer senderismo. Posee varias pistas y senderos por los que los caminantes pueden acceder a distintas zonas del parque.
El alojamiento no supone ningún problema, ya que hay hoteles de montaña y cabañas a disposición de los turistas; en la zona también se permite acampar.
En Jotunheimen, que literalmente significa ‘hogar de los gigantes’, habitan en realidad plantas diversas, como el ranúnculo de los glaciares, y varias especies faunísticas que incluyen alces, glotones, renos, linces y zorros. Pero el principal valor del parque es su belleza incólume.
Catedral Nidarosdomen
La catedral Nidarosdomen es una iglesia medieval situada en Trondheim, que tiene siglos de antigüedad. Se erigió por primera vez en el 1070, sobre la tumba del santo patrón de Noruega, San Olaf, y se renovó continuamente hasta el siglo XIV. Pero la catedral que las gentes admiran hoy en día es producto de la reconstrucción llevada a cabo tras varios incendios y de amplias restauraciones realizadas al correr de los siglos.
Al igual que sucedía entonces, la catedral de Nidarosdomen se alza exquisita, un templo imponente y emblemático, e importante lugar de peregrinación en Trondheim. Tras la reapertura de la ruta de peregrinación a la ciudad en 1997, cientos de peregrinos visitan cada año la catedral.
La magnificencia del muro oeste, con sus esculturas y vidrieras, resulta cautivadora. Crea unas imágenes regias, especialmente cuando el sol baña el muro con su luz.
Sin embargo, el interior de la catedral es mucho más apasionante que su exterior. El transepto, la sala capitular, las tallas y las estatuas son impresionantes pese a la penumbra.
Hay visitas guiadas a la catedral de Nidarosdomen. Puede incluso explorar el museo del recinto y subir a la torre para contemplar Trondheim desde las alturas.
El cabo norte
El cabo norte le dejará boquiabierto. A 308 m sobre el mar, el acantilado es el mejor de los sitios para contemplar el sol de medianoche y la aurora boreal.
Es preciso adquirir un billete para llegar al acantilado, pero el precio realmente merece la pena, ya que la experiencia es única. Cuando el dorado resplandor del sol de medianoche cubra las nubes, o los verdes jirones de la aurora boreal se extiendan por el cielo, se enamorará sin remedio del cabo norte y prometerá volver.
La gente ha venido al cabo norte desde 1664, cuando aún había que escalar el empinado acantilado, pero ahora que la carretera facilita enormemente el acceso, cada vez son más los visitantes.
Preikestolen
Preikestolen, más conocido como ‘el púlpito’, es un saliente llano en un acantilado a 604 m de altura sobre el Lysefjord. Mide unos 600 metros cuadrados y su superficie presenta algunas grietas.
Situado en Ryfylke, se cree que Preikestolen se formó hace 10.000 años, cuando el glaciar se derritió y el lecho de roca se resquebrajó. Los extremos del acantilado se precipitaron a las aguas del Lysefjord, y una parte que parece recortada con precisión, el famoso Preikestolen, quedó atrás. Esta forma singular puede haber dado lugar a que, localmente, se le llamara Hyvlatånnå o ‘diente plano’.
El panorama desde el Preikestolen es increíblemente maravilloso. Ante sus ojos, se despliegan encantadores fiordos, lagos en las cimas de las colinas, valles lujuriantes y altísimas cumbres, sobrada recompensa por dedicar entre una y tres horas a recorrer la pista que lleva hasta el célebre acantilado.
La temporada más segura para acercarse a Preikestolen es de abril a octubre, cuando no hay rastro de hielo en la pista. Sin embargo, sí que abundan los visitantes.
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