Los productos lácteos juegan un papel tan esencial en la dieta búlgara que es infrecuente que se sacrifiquen terneros o reses adultas. Las vacas se reservan para conseguir leche, que suele transformarse en queso. El yogur se consume en abundancia como tentempié.
La mayoría de los platos que se sirven en las mesas de Bulgaria son asados o estofados. La fritura es una preparación inusual. El rakia, una bebida alcohólica hecha con una mezcla de frutas, pega bien con la mayoría de los guisos.
He aquí algunos de los platos más típicos de Bulgaria.
Sirene
Conocido comúnmente como queso blanco búlgaro, el sirene es un queso similar al feta griego. Al principio se hacía solo con leche de cabra, pero hoy en día se ha sustituido por leche de vaca.
Este queso suele producirse en bloques. Se usa sobre todo como ingrediente en comidas y tiene una textura ligeramente granulosa.
Su fuerte sabor va bien con sopas y ensaladas. En ocasiones, se añaden trocitos de queso cuando se fríe un huevo, para darle un toque peculiar búlgaro.
El sirene se utiliza también con frecuencia en los pimientos rellenos y los platos de pasta.
El queso existe desde el medievo y en cuanto a la forma de procesarlo, hoy permanece fiel al original. Junto con el yogur, el sirene es uno de los alimentos nacionales en Bulgaria.
Musaca
La musaca es un plato balcánico que hunde sus raíces en Grecia. Presenta distintas variantes según el país.
El estilo búlgaro se basa sobre todo en las patatas y la carne picada, habitualmente de ternera. Se mezclan en un cuenco y se pone por encima una capa gruesa de natillas antes de hacerlo en un horno tradicional.
El producto final es algo similar a la lasaña, salvo que aquí no se emplea la pasta.
La musaca suele servirse con yogur y puede saciar al más hambriento.
Ensalada shopska
Shopska deriva de shoppi, el gentilicio de los habitantes de Sofía. Es la ensalada fría más famosa del país y se dice que la popularizó el gobierno búlgaro a principios de los años 60 para atraer a los turistas.
Los ingredientes de la ensalada son tomate, pepino, cebolla y pimiento asado. Se aliña con sal y vinagre y se cubre de abundante queso sirene rallado. Constituye un excelente aperitivo.
Tarator
El tarator es una sopa refrescante que no requiere cocina y uno de los platos favoritos de los Balcanes. Se sirve como aperitivo o acompañamiento y presenta variantes según el país balcánico. La versión búlgara emplea normalmente aceite de girasol.
El pepino, que es el ingrediente principal, se corta finamente. Se prensa entonces ajo, antes de añadir agua y yogur a la mezcla.
El tarator es un gazpacho nutritivo, bajo en calorías y con mucha fibra. Se sirve muy frío y es una de las comidas preferidas en verano.
Banitsa
La banitsa es una masa búlgara preparada con una mezcla de huevo batido y capas de queso sirene metidas en masa filo. Luego se hace al horno hasta que se dora.
La tradición prevalece cuando se hornea la banitsa. En Navidad y Año Nuevo se meten amuletos de la suerte en la empanada.
Estos heraldos de la diosa fortuna pueden tener forma de ramita de cornejo2 brotada, una moneda o papelitos, enrollados en papel de aluminio.
La empanada se parte en trozos y se gira en la mesa antes de servir. Cada comensal obtiene una porción y la correspondiente fortuna, dependiendo del amuleto que le haya tocado.
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