Heidelberg
Heidelberg es visitada por un gran número de turistas a lo largo de todo el año, debido a los distintos eventos que se celebran en la ciudad.
Uno de los acontecimientos más populares de Heidelberg tiene lugar durante febrero. Se llama la Fiesta de los vampiros o Ball der Vampire. Es una gran fiesta de tema vampírico, a la que todos los asistentes deben acudir convenientemente caracterizados. Se celebra en un castillo local o en el ayuntamiento.
El Festival Internacional de Cine de Mannheim-Heidelberg también tiene lugar anualmente en Heildelberg, en el mes de noviembre. En este evento se reúnen directores noveles para mostrar su trabajo a la comunidad internacional.
A fin de año, la gente se reúne en los mercados navideños. Uno de los regalos más populares de la ciudad, para Navidad o durante todo el año, es el Studentenkuss (beso del estudiante), un disco de chocolate muy apreciado tanto por los forasteros como por los nativos.
La Ruta Romántica
A pesar de su nombre, la ruta romántica no se creó en principio para ser un camino donde se reunieran amantes y recién casados. En la Edad Media, tenía un uso muy poco romántico como vía comercial.
Aún así, esta ruta de 350 km entre lso pies de los Alpes y Wurzburgo se ha convertido en uno de de los destinos favoritos de los turistas que buscan una carretera panorámica, ya que la vía atraviesa monasterios, ciudades con casas de madera, exuberantes parques verdes, restaurantes con jardín y grandes extensiones de prístina naturaleza.
También verá a lo largo del camino un montón de castillos antiguos, como el de Schloss Neuschwanstein y el de Harburg.
Puede detenerse en las localidades que bordean la ruta y gozar de su encanto. Algunas de las mejores poblaciones son Dinkelsbuhl, Nördlingen y Rothenburg ob der Tauber.
La Catedral de Colonia
La catedral de Colonia es un perfecto ejemplo de arquitectura gótica. De hecho, está incluida en el catálogo del Patrimonio Mundial de la Humanidad alemán por la UNESCO.
La catedral de Colonia es la sede del actual Arzobispado de Colonia, cuya cabeza es el Cardenal Joachim Meisner. Fue el edificio más alto del mundo entre 1880 y 1884.
Aparte de su arquitectura única, la catedral también recibe la visita de los turistas porque alberga el relicario de los tres Reyes. Esta obra de arte es un sarcófago dorado que data, según se cree, del siglo XIII; se dice que contiene los restos de las calaveras de los famosos Reyes Magos de Oriente que visitaron al Niño Jesús en el pesebre cuando acababa de nacer.
Otras esculturas célebres que se encuentran dentro de la catedral son la Gero-Kreuz, la más antigua escultura exenta de Cristo crucificado del periodo medieval, la Madonna de Milán, una estatua de madera de la Virgen María con el Niño Jesús, la milagrosa Virgen de las joyas y las reliquias de Santa Irmgardis, condesa que vivió una vida sencilla y solitaria tras donar sus riquezas a iglesias, hospitales y necesitados.
Castillo de Neuschwanstein
El Castillo de Neuschwanstein fue construido por el Rey Luis II, que deseaba tener un refugio, un mundo propio, lejos de las miradas curiosas de la gente.
No obstante, el castillo se abrió al público siete días tras su muerte, en 1886. En la actualidad, recibe 1,3 millones de visitas anuales y se conoce en todo el mundo como ‘el Castillo del rey de los cuentos de hadas’.
La temporada alta es el verano; los turistas vienen a ver todas las salas que antaño habitara una sola persona.
Muchos creen que el Rey Luis II empleó fondos públicos para construir el castillo pero, en realidad, utilizó sus propias riquezas y grandes préstamos de amigos y familiares.
En la actualidad, este castillo de Baviera es un popular escenario para las películas de Hollywood. También sirvió de inspiración para el castillo de la Bella Durmiente, popularizado en la conocida película de Disney del mismo nombre.
La Selva Negra
La Selva Negra, conocida localmente como Schwarzwald, recibió primero su nombre de los romanos, que la llamaron silva nigra porque los grandes árboles de este bosque casi impedían por completo la entrada de luz.
La Selva Negra de Baden-Wurttemburg es uno de los destinos turísticos más populares de Alemania. Con madera de este bosque se fabrican auténticos relojes de cuco alemanes.
La ciudad de Baden-Baden, considerada la entrada al bosque, es célebre entre los turistas debido a los numerosos balnearios terapéuticos que en ella se encuentran.
La cercana población de Triberg es donde nacieron las mundialmente famosas tartas Selva Negra. Se dice también que es el mejor sitio del mundo para comprar los relojes de cuco alemanes.
Cada año, determinadas parcelas de terreno del bosque se seleccionan y se despejan de árboles. A continuación, se plantan árboles nuevos para reemplazar los talados.
Esta madera procedente de la Selva Negra se utilizará para crear tallas famosas a nivel internacional, que se pueden adquirir en todas las localidades próximas.
Berlin
No hay viaje a Alemania que esté completo sin visitar la capital del país, Berlín.
Esta gran ciudad es una mezcla de la Alemania antigua y moderna. Sus calles, serenas durante el día, dejan paso a un ambiente nocturno arrasador durante la noche. Esta es ‘la ciudad alemana que nunca duerme’. Hay numerosos restaurantes y bares por toda ella; algunos de los mejores se encuentran en Oranienburger Strasse.
Los amantes de los castillos pueden visitar aquí uno de los más populares de Alemania, el Palacio Charlottenburg, mandado construir por el Príncipe elector Federico III (que luego sería Federico I de Prusia) para su mujer, Sophie Charlotte de Hanover.
Tras visitar Charlottenburg, los turistas pueden también dirigirse a los seis museos que se encuentran justo al otro lado del parque del palacio.
Munich
Alemania posee una historia de gran riqueza y para quienes estén interesados en ella, Munich es un magnífico lugar al que ir.
Como primera parada, puede dirigirse al Memorial del campo de concentración de Dachau para visitar uno de los campos de exterminio de los días de la Segunda Guerra Mundial. Se dice que casi 43.000 personas murieron aquí.
Después, para dispersar la nefasta sensación o si es un entusiasta del arte puede visitar la Neue Pinakothek y admirar sus tres grandes galerías de arte donde se exhiben cuadros de los siglos XVIII y XIX.
También es posible olvidar las impresiones desagradables tomando una excelente cerveza alemana; visite Hofbräuhaus, donde todos los días es Oktoberfest.
Puede asimismo distraerse con un emocionante partido de fútbol. Acérquese al Allianz Arena y disfrute del juego en uno de los más hermosos campos de fútbol del mundo.
El lago Constanza
Quienes buscan escapar del ajetreo y al bullicio de los viajes harán bien en dirigirse al lago Constanza.
Este lago está rodeado por tres países: Alemania, Austria y Suiza. La mitad de su litoral se encuentra en Alemania.
La belleza de este lugar lo convierte en un sitio especial para aquellos que solo desean relajarse y descansar del viaje.
No obstante, el lago Constanza no solo sirve para relajarse, ya que la zona también ofrece deportes acuáticos para quienes, de repente, vuelvan a tener ganas de estar activos.
Alrededor del lago puede visitar igualmente iglesias barrocas, museos y antiguos castillos. Y, por supuesto, hay coquetas tiendas próximas donde comprar souvenirs.
Francfort
Por detrás de Berlín y Munich, la siguiente ciudad que debe visitar es Francfort, el corazón de la Alemania moderna.
Francfort es la ciudad con más rascacielos del país. Para los forofos de los dinosaurios, esta ciudad es visita obligada en su itinerario, ya que aquí se encuentra el Museo de Historia Natural Senckenberg, que alberga una enorme colección de huesos de dinosaurio, desde el feroz tiranosaurio rex al pequeño trilobites.
Por otro lado, la catedral de San Bartolomé, lugar de coronación de numerosos emperadores romano-germánicos, y el Museo de Arte Moderno son las visitas recomendadas para los aficionados a la historia y el arte.
Los valles del vino
Durante su visita a Alemania, cerciórese de preservar un tiempo para admirar los románticos valles del vino, porque no solo presumen de sus caldos, sino también de una estupenda comida, un magnífico paisaje y, por supuesto, de más castillos alemanes.
La mejor época para visitarlos es inmediatamente tras la cosecha de otoño. Los festivales del vino del valle del Rin reciben la visita de cientos de turistas cada año. Aquí puede hacer catas de vinos, bailar y ver desfiles y fuegos artificiales. Los días posteriores a la recogida de la cosecha son grandes celebraciones en esta región.
Otros valles vitivinícolas famosos son el de Neckar, el de Altmuhl, el de Weser y el de Mosel.
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