Asjabad
Asjabad es la capital de Turkmenistán. Su nombre se traduce literalmente como ‘la ciudad del amor’ y es cierto que de éso no le falta. Los suntuosos palacios y vastos parques añaden una sensación de lo más romántico a una ciudad que se ha reinventado a sí misma para convertirse en una capital moderna. Financiada por los ingresos provenientes del gas y el petróleo, la ciudad prosigue con su desarrollo, modernizando su paisaje y estructuras en un escenario de paz y tranquilidad.
A pesar de haber sido destruida casi por completo durante un enorme terremoto en octubre de 1948, Asjabad fue reconstruida desde los cimientos y se ha transformado desde entonces en una ciudad que bulle de actividad. Con estupendos alojamientos y un aura relajante, la capital es un magnífico punto de arranque para sus viajes por Turkmenistán.
Darvaza
Situada en el Turkmenistán central, la localidad de Darvaza se encuentra a 260 km al norte de Asjabad. El núcleo urbano en sí es simple, pero los turistas inundan la zona debido a otra cosa: ‘la puerta del infierno’.
‘La puerta del infierno’ es el nombre que dan los nativos a un cráter de gas ardiente enclavado cerca de la aldea.
Durante una operación de prospección de gas en 1971, se descubrió una cámara subterránea llena de gas. No obstante, como el hallazgo fue inesperado, el anillo de prospección se hundió, exponiendo la cavidad y su gas tóxico. Antes de que el humo llegara a la población, se decidió prender fuego a la cueva para eliminar los gases.
Hasta el día de hoy, el gas sigue ardiendo. Los geólogos que descubrieron la cámara pensaban que se consumiría en unos días, pero lleva así 40 años.
Con un diámetro de unos 70 metros, ‘la puerta del infierno’ es realmente algo digno de ver. Irónicamente, Darvaza, el nombre del pueblo más cercano a este infame abismo, se puede traducir por ‘la puerta’.
Merv
Merv fue conocida en tiempos como Marv-i-shahjahan, que significa ‘Merv, reina del mundo’. Fue una de las grandes ciudades del Islam en la antigüedad, junto con El Cairo, Damasco y Bagdad. Aparte de ser un centro de actividad y estudio religiosos, era también una parada prominente en la legendaria Ruta de la Seda, constituyéndose así en lugar de relevancia comercial.
Hoy no queda casi nada que transmita la grandeza que una vez poseyera la ciudad. Lo que antaño fuera crisol de culturas y religiones desapareció en un día, después de que los hijos de Gengis Kan aniquilaran a su población.
Cuando visite Merv verá restos esparcidos de cerámica, muros y cimientos: únicos vestigios de los palacios, mezquitas y miles de viviendas que solían alzarse en la antigua ciudad.
Declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1999, se puede visitar fácilmente Merv desde la cercana ciudad de Mary.
Kunya-Urgench
Kunya-Urgench, que significa ‘vieja Urgench’ en persa, es actualmente un remanso rural con simples plazas y tierras de labor. Sin embargo, este sitio fue antaño capital del imperio sito en la Corasmia, es decir, una de las ciudades más importantes de las estepas centroasiáticas en la antigüedad.
Esta zona posee una rica historia que puede apreciarse en sus ruinas. Kunya-Urgench fue atacada y tomada por Gengis Kan en 1221 y reconstruida para servir como próspero centro del comercio, formando parte de la Horda de Oro1 del Kan. En 1338 fue destruida por Timur y se volvió a reconstruir en el siglo XVI. Más tarde, fue abandonada, cuando el río Amu Daria cambió su curso, retirándose de la ciudad.
Lo que verá de los edificios es solo la “punta” de la historia de Kunya-Urgench. La mayor parte de la antigua ciudad está bajo tierra y las excavaciones prosiguen en la zona, sacando a la luz ruinas de edificios y pequeños objetos. Debido a ello, la UNESCO la declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2005.
Ertugrul Gazi
La mezquita de Ertugrul Gazi, también llamada de Azadi, es una hermosa mezquita siutada en el centro de Asjabad.
La mezquita de Ertugrul Gazi fue construida en honor al difunto Ertugrul, padre del fundador del legendario Imperio Otomano, Osmán I. El templo es un sorprendente edificio emblemático en la capital, con cuatro altos minaretes y una pintoresca cúpula central. El fastuoso diseño del interior, junto con sus coloridas vidrieras, añade elegancia a una estructura de por sí cautivadora.
La mezquita de Ertugrul Gazi, que recuerda a la célebre Mezquita Azul de Estambul, fue inaugurada en 1998. El templo puede albergar a más de 5000 devotos, algo necesario durante días señalados del calendario islámico en que los musulmanes acuden a él en masa para orar.
Criadero de sementales de Turkmenbashi
Conocedor de los caballos o no, quizá quiera ver el caballo ajal-teké, una especie que solo se encuentra en Turkmenistán. Estos caballos son mundialmente conocidos por su potente combinación de inteligencia y velocidad.
Visitar el criadero de sementales de Turkmenbashi le permitirá verlos de cerca, desde que son jóvenes potros hasta que se convierten en caballos adultos. Los visitantes pueden acariciar a las nobles bestias e incluso montar en los que están entrenados para ello.
Hablar con los criadores le permitirá apreciar cuánto esfuerzo requiere criar adecuadamente a estos animales. Esto es de suprema importancia porque los caballos ajal-teké ocupan un lugar privilegiado en la cultura de Turkmenistán y son objeto del orgullo nacional. Incluso hay un viejo dicho en el país que afirma ‘Al levantarte por la mañana, saluda a tu padre y luego ocúpate de tu caballo’.
Balkanabat
Balkanabat, una ciudad del Turkmenistán occidental, es el punto habitual de arranque de los itinerarios por la región. Localidad generalmente tranquila, hubo cierto clamor en la zona en 1874 cuando se descubrió petróleo cerca de allí y se construyó una refinería. Sin embargo, esta se fue a la bancarrota tras 50 años de funcionamiento, incapaz de competir con petroleras más grandes.
En origen, la ciudad se llamaba Nebit Dag. Escondida entre picos montañosos y rodeada por una vasta extensión desértica, Balkabanat es la parada más segura que puede hacer antes de emprender viaje a atracciones como el cañón Yangykala. La localidad cuenta con alojamientos buenos y malos, así que tenga ciudado al elegir dónde pasa la noche.
Una buena noche de descanso en Balkanabat es imprescindible antes de partir hacia los desiertos del oeste de Turkmenistán. Muchos viajeros pasan aquí una o dos noches, para cargar las pilas antes de emprender la siguiente aventura.
Mary
La ciudad de Mary (pronunciado ma-ri) despliega toda una colección de edificios administrativos y amplios parques públicos que parecen fuera de sitio en un área tan pequeña.
Mary es el centro del principal cinturón productor de algodón de Turkmenistán (el algodón es uno de los productos que más ingresos genera en el país). Debido a ello hay una atmósfera de prosperidad en la ciudad, en especial en los mercados de los fines de semana, cuanto la actividad mercantil es máxima.
La principal atracción de Mary es el Museo regional, que recoge la rica y vívida historia de la zona, incluyendo la ocupación rusa de 1884.
Mary es un sitio fantástico desde el cual acceder a las cercanas ruinas de Merv y Gonur. Hay alojamientos para todos los presupuestos, así que lo más probable es que se encuentre con otros turistas caminando por las calles de la ciudad. Es fácil moverse por Mary gracias a su estupendo sistema de transporte, y los shashlik son maravillosos, cuanto menos.
Gonur
Antes de que Merv construyera su primer edificio, ya se estaban levantando aldeas a lo largo del río Murgab, en una zona conocida como el oasis Margiana. La localidad de Gonur Depe nació durante la Edad de Bronce. A medida que el río Murgab cambió su curso, dejando sin agua a la ciudad, ésta fue abandonada gradualmente.
El sitio fue descubierto en 1972 por arqueólogos y desde entonces se han venido realizando excavaciones en las que constantemente aparecen nuevos hallazgos. Según uno de ellos, Gonur sería una de las primeras civilizaciones en adorar el fuego, ya que se han desenterrado cuatro templos dedicados a este elemento.
Cuando visite Gonur, podrá hablar libremente con los arqueólogos que allí trabajan e incluso puede que tenga la suerte de inspeccionar por sí mismo los nuevos descubrimientos. Las estructuras excavadas de más interés son el Palacio Real y la Necrópolis.
Reserva natural de Kugitang
Entre las diversas reservas naturales de Turkmenistán, la de Kugitang es la más imponente y especial. Se creó en 1986 con el objetivo de proteger la cadena montañosa de Kugitang y presume de un ecosistema único que incluye la cumbre más alta de Turkmenistán, varios cañones gigantescos, exuberantes bosques, límpidos arroyos de montaña y voluminosas cuevas.
La principal atracción de la reserva natural de Kugitang es la famosa Meseta de los dinosaurios. Se cree que esta llanura elevada fue antaño el fondo de un lago que se secó, registrando diversas huellas de dinosaurio que se cocieron al sol y finalmente fueron cubiertas de lava tras la erupción de un volcán cercano. Millones de años después, las huellas se hallan en un excelente estado de conservación.
Otras cosas que admirar en la reserva natural de Kugitang son las cuevas Karlyuk, que requieren un permiso especial para poder explorarlas, así como la rara cabra salvaje llamada marjor.
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