La situación ecuatorial de Malasia implica que suele hacer buen tiempo todo el año y que se puede esperar que haya días luminosos y cielos despejados durante los doce meses, con lloviznas ocasionales y de corta duración. Con una temperatura media anual de 28 °C, puede tostarse al calor del resplandeciente sol cuando lo prefiera.
No obstante, conviene conocer qué épocas se deben evitar. Las primeras de la lista son las temporadas altas, cuando el país está lleno de turistas. Dos de los meses más solicitados en este sentido son diciembre y enero, durante las vacaciones de invierno que se celebran por todo el globo. Las plazas de hotel están agotadas y las calles aún más abarrotadas que de costumbre.
Otra temporada alta empieza a mediados de mayo y llega hasta finales de junio, cuando termina el curso en los colegios de Singapur. Los estudiantes deambulan por los hitos emblemáticos de Malasia e inundan sus playas. Conseguir un buen alojamiento hotelero sería de nuevo complicado. Y si las cosas no cambian, esta época se podría extender hasta septiembre, cuando les toca el turno a las familias de Oriente Medio de venir de vacaciones.
Los meses con mal tiempo y tormentas deberían evitarse también. La estación del monzón cae entre noviembre y enero y puede prolongarse hasta marzo. Las abundantes precipitaciones pueden provocar inundaciones y causar retrasos en los viajes.
Aún así, Malasia es un lugar espléndido en el que pasar sus vacaciones y tiempo libre. Sigue siendo buen sitio para disfrutar de unos días o semanas de relajación y diversión.
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