Jugar en el casino
Estando en Macao, esta actividad es prácticamente inevitable: tiene que visitar los casinos. Después de todo, la industria del juego es lo que mueve Macao: el país es el destino número uno en Asia por lo que al juego se refiere.
En este territorio, el negocio de los megacasinos, que atrae anualmente a más de dos millones de turistas, solo entre los procedentes de China, es el motor económico fundamental. Algunas de las mayores casas de juego de la península de Macao son el Sands Casino Macau, el Wynn Macau Casino y el Galaxy Starworld Casino, todos ellos completamente equipados con máquinas tragamonedas y de juegos, así como con populares juegos como el póker de tres cartas, el black-jack, el bacará, Caribbean stud, y ruleta.
A los visitantes seguro que les toca el gordo en estos casinos que ofrecen puro entretenimiento y diversión garantizada.
Todos los clubes de juego tienen las debidas licencias gubernamentales y operan con normas de juego estándar. Los casinos en Macao abren 24 horas al día y no cobran entrada. Los extranjeros deben tener al menos 21 años de edad para poder acceder al casino y están obligados a seguir normas específicas respecto a etiqueta y atuendo.
Aparte de los clubes de juego, las carreras de caballos y de galgos son también muy populares en Macao.
Visitar templos chinos
Macao puede presumir de tener más de 40 templos chinos suburbanos. Estos fascinantes lugares de culto se corresponden con distintas creencias populares chinas, como el budismo, taoismo y confucianismo.
Una visita a estos templos chinos induce a reflexión y resulta agradable incluso sin ser chino. La exposición a las prácticas únicas que se realizan en estos recintos sagrados, como quemar incienso, encender linternas de papel, recitar mantras y ofrecer plegarias personales, aumenta la amplitud de miras en lo que a otras creencias religiosas y populares se refiere.
Presenciar espectáculos culturales
¿Qué ilustra mejor la riqueza cultural de un país que sus realizaciones culturales?
En Macao, la historia del territorio (desde el establecimiento de los europeos hasta la subordinación a China) se representa mediante deslumbrantes y vívidas interpretaciones tradicionales.
Cada sábado y domingo, extranjeros y nativos presencian por igual danzas populares portuguesas y la danza del león china. Estos bailes se realizan en lugares turísticos catalogados por la UNESCO como Centro Histórico de Macao, destinos que incluyen el Templo A-Ma en la plaza Barra y las ruinas de San Pablo.
Estas presentaciones de 20 minutos de duración son gratis y públicas. Déjese fascinar por espectáculos que transmiten la historia y vivencias del país a través de coloridas vestimentas, animada música y bailarines cuyas sonrisas brillan como el sol.
A la caza de grandes hallazgos
Para quienes buscan los mejores productos al precio más asequible, Macao es un destino ideal para ir de compras. Puesto que la fabricación destinada a la exportación es uno de los mayores generadores de ingresos del país, los productos son relativamente más baratos aquí que en el resto de las grandes ciudades asiáticas.
En Macao, las compras giran alrededor de los muebles antiguos. El mejor sitio para buscar antigüedades, auténticas o imitaciones, es Monte Fort, en especial la Plaza del Senado y las ruinas de San Pablo.
La mayoría de los comercios tienen índices exhaustivos de diseños clásicos y populares de antigüedades genuinas, mientras que algunos pueden fabricarse de modo exclusivo para una compra especial.
Una pieza de mobiliario auténtica va acompañada de su certificado gratis de autenticidad.
Aparte de antigüedades y muebles, en Macao también abundan los comercios de ropa, joyería, complementos y dispositivos electrónicos. Los principales distritos macaenses para comprar son la Plaza del Senado y el Mercado Rojo, donde tiendas y puestos especializados en diferentes tipos de mercancías ofrecen productos de calidad, con precios que no aligeran mucho el bolsillo.
Probar las aventuras de la Torre Macao
Coja al vuelo la oportunidad de experimentar las aventuras extremas que ofrece el principal rascacielos de Macao, la mundialmente famosa Torre Macao, con sus 338 metros de altura. Reúna el suficiente valor y haga caída libre, dando el salto con cuerda elástica más alto del mundo. Déjese caer 223 metros desde la cubierta de lanzamiento y sienta la experiencia más parecida a volar, a la increíble velocidad de 200 kilómetros por hora.
Si lanzarse por los aires le resulta irrealizable, pruebe emociones más seguras: ascender cien metros de escalones verticales para llegar al pináculo del décimo rascacielos aislado más alto del mundo y disfrutar de un impresionante panorama de la ciudad.
También puede intentar el Skywalk X de la Torre Macao. En grupo o a solas, camine por el piso de cristal que circunda el perímetro exterior de la torre y disfrute de las vistas de la ciudad, a 223 metros de altura.
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