Ocean Park
El oceanario de Hong Kong es “la madre” de los parques temáticos de la ciudad. Inaugurado en 1977, tiene una superficie de más de 870.000 metros cuadrados de terreno en la parte sur de la isla de Hong Kong.
Los visitantes del parque se lo pasarán realmente de lujo con las diversas exhibiciones, recorridos recreativos y espectáculos, en los que se puede admirar una amplia gama de animales de las profundidades marinas. La vasta extensión del oceanario está dividida en varias zonas, unidas entre sí por el segundo teleférico más largo del mundo.
Una de estas zonas es la Ciudad del agua, que ostenta la primera pantalla de agua del mundo, a través de la cual se puede contemplar el mundo submarino en un ángulo de 360 grados. Normalmente los espectadores se quedan embelesados ante la visión de miles de peces y otras criaturas del mar.
El oceanario de Hong Kong también acoge a “marineros de agua dulce”, que pueden tener incluso la suerte de ver dos pandas gigantes que viven en su hábitat natural, como parte de los esfuerzos de conservación de la fauna salvaje realizados por el parque.
En cuanto a recorridos emocionantes, este parque temático ofrece muchos, pero los más populares son el Abyss Turbo Drop, el Flying Swing y la adrenalítica montaña rusa.
El buda gigante
La estatua del Buda gigante en la isla de Lantau es uno de los sitios más visitados durante los itinerarios turísticos por la zona. La propia isla tiene muy poco que ver con las de Hong Kong y Kowloon, densamente pobladas, y los visitantes disfrutarán al verse rodeados por una vasta extensión de verde campiña.
Con 34 metros de altura, el Buda gigante es la mayor representación sedente en bronce al aire libre del sagrado personaje. Proyecta una majestuosa y solitaria figura entre las montañas de la isla Lantau y se necesitaron 10 años para completar la colosal escultura en China, antes de transportarla hasta Hong Kong.
En la misma ubicación que el Buda gigante se encuentran el monasterio Po Lin y el Sendero de la sabiduría, valiosas fuentes de inspiración para cualquiera que busque apartarse tranquilamente de los rigores de la vida cotidiana.
Subir hasta el enclave puede causar una honda impresión si se hace con el teleférico de Ngong Ping, convenientemente situado cerca del centro comercial Citygate Outlet. Este complejo conecta asimismo con el metro de Hong Kong, que le puede llevar de vuelta al centro de la ciudad en un abrir y cerrar de ojos.
Muchos turistas optan por hacer una parada por el camino en el Disneylandia de Hong Kong, para pasar una tarde de magia y diversión. Los fuegos artificiales que marcan el término de la jornada ponen un punto final perfecto a la deliciosa excursión hasta la isla de Lantau.
Puerto Victoria
El puerto Victoria, llamado también puerto de Hong Kong, es el principal elemento emblemático de la ciudad y refleja su poderosa presencia en Asia. Una simple ojeada al puerto muestra la modernidad extrema del ritmo con el que Hong Kong gestiona su actividad diaria, a la vez que respeta las ricas tradiciones y la cultura de la ciudad.
Una escena cotidiana en el puerto es la de los juncos chinos, con sus características velas, pasando frente a los rascacielos. La construcción de los edificios que flanquean el puerto se hizo según los principios del feng shui, con la esperanza de asegurar un flujo abundante de energía positiva que, a su vez, garantice la buena suerte y la prosperidad de la ciudad.
A lo largo del puerto existen una serie de hoteles que atraen a los visitantes por sus magníficas vistas intemporales de Hong Kong. Para quienes no pueden permitirse alojamientos costosos, no obstante, hay dos emocionantes formas de disfrutar del puerto Victoria sin vaciarse los bolsillos.
Suba en tranvía hasta la cumbre Victoria para admirar un imponente panorama del puerto desde una posición privilegiada. En un día claro, el puerto brilla con el telón de fondo de las islas de Kowloon y Hong Kong.
Quienes teman las alturas preferirán visitar la Avenida de las estrellas en el paseo de Tsim Sha Tsui. Puede quedarse hasta la noche en la calle, para ver cómo la Sinfonía de las luces transforma el puerto en una cacofonía visual de sonido y luces de colores, lanzadas desde las azoteas de más de 40 rascacielos de la ciudad.
El jardín de Nan Lian
El jardín de Nan Lian proporciona un respiro maravilloso después de todas las compras, excursiones y caminatas por la jungla de hormigón de Hong Kong. Su paisaje y estructuras están basadas en la época de la dinastía Tang. El jardín es un verdadero soplo de aire fresco en el centro de la bulliciosa metrópoli.
La tranquila atmósfera del jardín ofrece un marcado contraste respecto al aura de agitación que proyectan los altos edificios del entorno. Aquí puede caminar entre templos, estanques, pinos y cipreses, puentes y rocas ornamentales, mientras mejora su conocimiento de los estilos arquitectónicos empleados en los jardines tradicionales.
El centro neurálgico del jardín Nan Lian lo constituyen el Pabellón de la perfección y el puente de Zi Wu, cuyo reflejo en el estanque brilla con intensidad, debido al tono dorado del pabellón y la pintura carmesí del puente.
En el interior de las salas de exposición del jardín, los visitantes pueden encontrar otros elementos culturales destacados e igualmente interesantes. Este trocito de cielo está situado en las proximidades de la Colina del diamante de Kowloon, a la que se puede acceder fácilmente desde la estación de metro del mismo nombre.
Lan Kwai Fong
Lan Kwai Fong ofrece una amplia gama de opciones recreativas cuando se pone el sol en Hong Kong. Esta concentración de bares y restaurantes está situada en el Distrito central, el principal núcleo de los negocios, dominado por las sedes regionales de las corporaciones financieras globales.
Semejante ubicación implica que Lan Kwai Fong habitualmente rebosa de extranjeros, cuyas oficinas se encuentran a un paso de los locales de ocio.
El ambiente nocturno se concentra alrededor de los callejones D’Aguilar y Lan Kwai Fong y alcanza su punto álgido cuando la gente, habitualmente vaso en mano, llena la calle adoquinada. Alegre música reverbera en la zona, y ritmos de bajo amenizan el ambiente festivo, que suele proseguir hasta unas horas antes de que vuelva a salir el sol.
Si busca sensaciones más tranquilas, el Soho (derivado de ‘South of Hollywood Road’, al sur de la calle Hollywood) está cerca de Lan Kwai Fong. El Soho enciende la pasión por la comida entre los gourmets que aspiran a ser parte de la escena en los mejores bares y restaurantes de categoría de Hong Kong.
La mayoría de estos establecimientos de moda rodean a las Mid-Levels, la red más larga de escaleras mecánicas cubiertas del mundo. Recorren más de 800 metros de distancia y hacen más cómoda la ruta al tráfico peatonal que se desplaza desde el Distrito central hasta el Distrito oeste.
Mercados callejeros
Los bulliciosos mercados urbanos de Hong Kong ilustran la casi irresistible tentación de irse de compras rodeado por los deliciosos aromas que flotan entre los puestos de manjares callejeros. En particular, el Mercado de las damas, en Mongkok, es testigo de una afluencia incesante de personas.
Con artículos que incluyen imitaciones de diseñadores, souvenirs y ropa para niños, el mercado es un verdadero cajón de sastre. Está situado en la calle Tung Choi, una de las más animadas de Kowloon en lo que a las compras se refiere, y muy frecuentada por los turistas. A pesar de su nombre, el mercado no está únicamente dedicado a un público femenino, ya que también hay artículos pensados para los hombres.
Paralela a Tung Choi se encuentra otra calle dedicada al comercio y cerrada al paso de vehículos, Yeung Choi, una larga hilera de establecimientos que venden lo último en dispositivos electrónicos. También se unen a la fiesta algunas tiendas de ropa de moda y restaurantes diminutos. Otro enclave favorito de los buscadores de “chollos” es el mercado nocturno de la calle Temple, en Yau Ma Tei, donde se vende ropa y deliciosos artículos de alimentación.
El árbol de los deseos de Lam Tsuen
El árbol de los deseos de Lam Tsuen suele inundarse de murmullos durante el Año Nuevo Lunar, cuando muchos hongkoneses visitan el antiguo alcanforero para formular sus deseos. El famoso árbol está situado cerca del Templo Tin Hau, que se remonta a la dinastía Qing, del siglo XVIII.
El árbol de los deseos es parte de las tradiciones locales de Lam Tsuen, en los Nuevos Territorios, que es la zona entre la isla de Hong Kong y la China continental. Los devotos escriben sus deseos en un trozo de papel, especial para este propósito, que se vende en los puestos cercanos, y lo atan en el soporte de madera que hay al lado de los árboles.
Antiguamente se ataba el papel con una cuerda a una naranja y se lanzaba hacia las ramas. No obstante, los conservacionistas estaban preocupados por el bienestar del antiguo árbol, más aún cuando una de sus ramas se desgajó en 2005. Para protegerlo de daños, se colocó muy cerca un soporte de madera en el que atar los trozos de papel.
Templo de Wong Tai Sin
El Templo de Wong Tai Sin quizá sea el templo taoísta más famoso de la ciudad, debido a su buena trayectoria en cuanto a plegarias respondidas y predicciones infalibles. Una visita al templo proporciona a cualquiera una ración considerable de conocimientos sobre la cultura religiosa China.
El templo se erigió en honor del monje Wong Chuping de la provincia de Guangdong, que alcanzó la iluminación y fue elevado a la categoría de deidad. En el mundo taoísta se le atribuyen poderes para la curación de dolencias, la amonestación a los que obran mal y la concesión de deseos.
No es por tanto sorprendente que el Templo de Wong Tai Sin esté siempre lleno de gente arrodillada, suplicando frente al altar principal, mientras el humo de las varitas de incienso perfuma el aire. Los devotos se acercan aquí para conocer su fortuna, principalmente mediante el uso de los palos chinos de la suerte, que vienen en un cilindro de bambú. Cada uno está numerado y se corresponde con un mensaje sobre la fortuna, leído por un adivino. Los turistas pueden también probar suerte en las casetas que ofrecen lectura de la cara y de la palma de la mano.
Repulse Bay
Repulse Bay es una zona residencial de lujo en el Distrito sur de la isla de Hong Kong. Alquilar un apartamento en este sereno entorno costero tiene un elevado coste mensual (cinco cifras es lo típico). Un vistazo a la larga y amplia playa y a las prístinas aguas azules explica que vivir en Repulse Bay sea tan caro.
A solo veinte minutos en coche del Distrito central, esta ensenada atrae a los amantes de la playa con sus limpias arenas y suaves olas y reúne multitudes durante el verano. La belleza de este vasto tramo de playa suele compararse con el esplendor de la costa mediterránea, excepto por el detalle de las dos colosales estatuas de las diosas que miran hacia el mar.
Estas figuras gigantes le darán la bienvenida desde el parque que da a la playa. Son Tin Hau, la Reina del Cielo y Kwun Yum, la Diosa de la Misericordia. Se cree que ambas protegen a los pescadores y navegantes en sus viajes y proporcionan abundantes capturas. El parque es un sitio popular, tanto entre los nativos como entre los turistas, para contemplar la puesta de sol al final del día.
Isla de Cheung Chau
La isla de Cheung Chau tiene el encanto de un tranquilo pueblo de pescadores, lo que lo convierte en un enclave ideal para hacer una excursión de un día que nos aleje de las ingratas realidades de la vida urbana. Se llega a ella en transbordador desde el embarcadero central. Cheung Chau es una de las zonas más populares de las islas exteriores. Una visita a esta pintoresca isla suele incluir el saborear las capturas del día en cualquiera de los restaurantes locales.
Las dos notables playas de la isla apropiadas para el baño, Tung Wan y Kwun Yam Wan, atraen a quienes vienen de fin de semana con sus ofrendas de deportes acuáticos y diversión playera. Para lograr la toma panorámica perfecta, diríjase al Pabellón Beitiao, el mejor punto de observación.
Hacia mayo o abril, la isla de Cheung Chau se alborota con una compleja fanfarria para celebrar el Festival del pan, que conmemora el final de la plaga que asoló la isla hace más de cien años. El festival recibe tal nombre porque se dice que los pobladores fueron capaces de arrojar a los malos espíritus levantando un altar de sacrificios y ofreciendo panecillos al dios Pak Tai. Se caracteriza por desfiles llenos de color, ceremonias taoístas, bailes y representaciones de otras artes escénicas, que normalmente se prolongan durante una semana.
Hello fellow travelers! My name is Mary and I am the main author of Traveling East. Just like any other travel enthusiasts, traveling has also been our passion! For inquiries, suggestions or anything travel related, please feel free to send us an E-mail at support@travelingeast.com.