Dónde ir en Namibia

Windhoek

Windhoek es la capital de Namibia y está situada justo en el centro del país. Si esto es una simple coincidencia o el resultado del ingenioso planeamiento urbanístico alemán, es debatible.

La ciudad está completamente rodeada por montañas de suave relieve. Al ser la capital del país, Windhoek suele ser el primero y último lugar que los turistas visitan en Namibia. En la mayoría de las ocasiones, sirve también de base para emprender otros recorridos por el territorio.

No obstante, Windhoek no es sólo una base de operaciones para el viajero, sino que está rodeada por un aura encantadora que la convierte en destino turístico por méritos propios. La Christuskirche (Iglesia de Cristo), un templo luterano erigido en 1896, es una de las principales atracciones de la ciudad. Otra actividad popular son las visitas guiadas por el Museo Nacional en Alte Feste (‘Viejo fuerte’).

En cuanto ponga el pie en Windhoek, se dará cuenta al instante de que la ciudad es un crisol de gentes y culturas. Considérela como la primera parada de su maravilloso itinerario por Namibia.

La costa de los esqueletos

Generaciones atrás, toda la línea costera de Namibia se conocía como ‘la costa de los esqueletos’, nombre que se le otorgó debido a la multitud de pecios varados en ella. Los naufragios eran provocados por la peligrosa combinación de la fuerte corriente de Benguela, la densa niebla de la zona y el potente oleaje. En la costa de los esqueletos también se pueden encontrar huesos de foca y ballena, vestigios de un tiempo en que aún se permitía el negocio ballenero.

En la actualidad, sin embargo, el apelativo suele hacer referencia al Parque Nacional de la Costa de los Esqueletos, que tiene muy poco que ver con la lúgubre descripción de su predecesora. El parque abarca toda la línea costera de Namibia e incluye dunas onduladas, abruptos cañones y extensas cordilleras montañosas. En él viven diversas especies, como elefantes, rinocerontes y focas.

Los turistas que visitan la costa de los esqueletos suelen hacerlo en avioneta, para contemplar los restos de los naufragios que se acumulan en ella antes de dedicarse a explorar la zona.

Caprivi

Caprivi se encuentra en el noreste de Namibia. Es una estrecha franja de terreno bordeada por Angola, Botsuana, Zambia y Zimbabue. Vista en el mapa, con sus 400 kilómetros de longitud, Caprivi parece un dedo estirado en la frontera de Namibia.

Esta zona es, con diferencia, la más húmeda del país. Se compone en su mayor parte de ríos, llanuras aluviales, humedales y bosques, lo que la convierte en un hábitat ideal para una amplia gama de especies salvajes.

Algunos de los animales que se pueden contemplar en ella son los elefantes, los búfalos y las cebras, que suelen ir en manada. El kobus leche y el redunca, dos tipos de antílopes, también abundan en la zona. Las aguas están habitadas por familias de cocodrilos e hipopótamos.

Otro lugar que visitar en Caprivi son las cataratas Popa, a las que más bien se podría calificar de rápidos, en lugar de cascadas. El agua desciende unos cuatro metros sobre formaciones rocosas para unirse al cauce del río.

Parque Nacional Etosha

El territorio del parque nacional Etosha fue la primera zona protegida de Namibia. A día de hoy, el parque, establecido en 1907, se considera una de las mejores reservas naturales no ya del país, sino de toda África.

La parte oriental del parque es una extensión arenosa, mientras que el resto del terreno está cubierto de arbustos, planicies y arboledas. Se estima que la superficie total del Etosha ronda los 22,000 kilómetros cuadrados.

Durante la estación seca, varios miles de animales de distintas especies se concentran en los abrevaderos del parque para saciar su sed. No es raro ver juntos entonces a elefantes, jirafas, cebras, rinocerontes y leones.

El parque nacional Etosha se ha diseñado para que los turistas exploren el terreno y observen a los animales con facilidad. Se han construido carreteras y levantado señales para minimizar cualesquiera posibles inconvenientes.

También existen alojamientos disponibles para aquellos que deseen pernoctar en la reserva, así como restaurantes y tiendas.

Kaokoveld

Kaokoveld, un área conocida antaño como Damaraland, es conocida por su aridez. Aunque sus condiciones son implacables, posee una belleza que puede cautivar a cualquier viajero. Kaokoveld incluye la Costa de los esqueletos y otras atracciones, tales como la Montaña quemada y el Bosque petrificado.

El paisaje de esta zona está repleto de formaciones rocosas que parecen haber sido moldeadas, con relieves únicos y en ocasiones inimaginables. El recorrido por Kaokoveld le hará rodear estas formaciones, subirse en ellas y meterse bajo algunas.

Este áspero entorno ha empujado a sus habitantes humanos y animales a adaptarse. Los himba, una tribu conocida por su estatura y esbeltez, untan sus cuerpos con grasa y ocre rojo para defenderse del calor. Los elefantes de la zona también han adaptado su comportamiento para vivir en el desierto.

No obstante, los turistas se exponen con cuidado a las condiciones de este ambiente. Kaokoveld es un sitio que merece la explorar, por lo que se han dispuesto cómodos alojamientos en el desierto, que sirvan como punto de partida para las excursiones turísticas.

Twyfelfontein

Twyfelfontein es un enclave histórico y cultural que proporciona un anticipo de la riqueza de Namibia.

Twyfelfontein constituye una galería de arte al aire libre. Los bosquimanos han tallado relieves sobre las piedras rojas de la zona. Se estima que algunas de estas representaciones tienen 6000 años de antigüedad.

Los relieves son como un diario gráfico de la fauna de la región. En las rocas verá rinocerontes, avestruces, leones, elefantes y jirafas, entre otros animales. Se cree que los bosquimanos utilizaban estos relieves como un medio para acceder al mundo sobrenatural, y que las tallas servían como registro de sus experiencias.

La zona fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2007, obteniendo así el reconocimiento internacional.

El mejor momento para visitar Twyfelfontein es durante la mañana o a la caída de la tarde, cuando la temperatura permite explorar las rocas a conciencia. A estas horas, la luz le permitirá asimismo obtener buenas fotografías.

Kalahari

El desierto del Kalahari es la más amplia franja continua de arena del mundo, y ni siquiera es un desierto propiamente dicho. El Kalahari recibe una cantidad significativa de precipitaciones anuales en comparación con otros desiertos, por lo que hay abundante vegetación en el paisaje.

Existe una amplia variedad de arbustos y árboles en el Kalahari, entre los cuales se encuentran distintos tipos de acacia. Durante la primavera, se abren las flores y crece la hierba en las llanuras. Durante el verano, las frecuentes lluvias añaden verdor al panorama.

El Kalahari es especialmente notable por sus inmensos espacios abiertos, que hacen patente una sensación de profunda soledad en el silencio de la zona. Los turistas que visitan el Kalahari van a un lugar en que pueden reflexionar mientras aprecian la belleza que les rodea.

Es posible que los guías turísticos le presenten también a los bosquimanos San, la tribu que vive en el Kalahari. Puede aprender cosas sobre su cultura y tradiciones y quizá incluso escuche los peculiares chasquidos que caracterizan su idioma.

Cañón del río Fish

El cañón del río Fish es el segundo desfiladero natural más largo del mundo, y el primero de África. La visión del cañón es imponente y resulta sobrecogedora para los turistas que lo contemplan.

La garganta está situada en una meseta rocosa y árida. Sin embargo, hay algunas especies vegetales en ella, resistentes a la sequía, que incluyen el árbol aloe dichotoma, conocido también como kokerboom.

El cañón del río Fish se formó hace más de 500 millones de años, mediante una combinación de erosión acuática y el colapso del fondo del valle debido a movimientos de la corteza terrestre. El terreno cae súbitamente en vertical unos quinientos metros, así que tenga cuidado con dónde pone el pie.

El río Fish que da nombre al cañón es otra visión asombrosa. No obstante, suele estar seco la mayor parte del año y su cauce solo se llena durante la estación lluviosa, entre enero y abril.

Swakopmund y Walvis Bay

Swakopmund es un destino popular para las vacaciones de nativos y turistas. La gente acude aquí en masa para escapar al calor del centro de Namibia y participar en las actividades únicas que la zona ofrece.

La ciudad de Swakopmund se parece a una ciudad alemana en miniatura, una reliquia de la ocupación colonial germánica. Hay un aire añejo en la ciudad, en sus calles flanqueadas con palmeras, en los paseos a la orilla del mar y en los cafés, restaurantes, museos y galerías de arte.

Swakopmund tiene mucho que ofrecer, pero las actividades más populares se realizan a las afueras de la ciudad. Incluyen recorridos en quad, esquí sobre arena, tabla sobre arena y parapente. Todas ellas pueden organizarse con compañías de deportes de aventura que operan en la zona.

En la cercana Walvis Bay, los turistas tienen la opción de apuntarse a un crucero de observación de delfines. También pueden decidir relajarse sin más en la playa, remojándose en las frescas aguas para tomarse un descanso del intenso calor namibio.

Sossusvlei

Sossusvlei significa ‘pantano sin salida’, pero puede también traducirse como ‘el lugar donde se junta el agua’. Aunque lo más probable es que tenga dificultades para encontrar agua aquí, sí que podrá contemplar las dunas de arena más altas del mundo.

Las dunas de Sossusvlei son parte del desierto del Namib y se han formado durante un periodo de siete millones de años. Sus formas acusan la influencia del continuo viento que sopla en la zona, que empuja la arena hacia el interio. El cálido color de la arena y la blanca superficie de la base arcillosa de las dunas pintan un vívido cuadro desértico.

Los turistas que suben a estos montículos admiran un vasto panorama de la zona. El mejor momento para visitar Sossusvlei es al amanecer y al atardecer, cuando las dunas reflejan ardientes mezclas de rojos, ocres y naranjas.