Mauritania es pequeña y un poco menos célebre que sus países vecinos, pero eso no impide que se convierta en un estupendo destino donde explorar vastos ambientes al aire libre. Las actividades turísticas en Mauritania tienen que ver sobre todo con admirar sus paisajes, explorar el territorio y llenarse la cabeza con ingentes cantidades de historia.
Es posible realizar numerosas actividades en un periodo corto de tiempo y también resultan sumamente asequibles, por lo que los turistas pueden sin duda sacar el máximo partido a su dinero. He aquí una lista de algunas de las cosas que los viajeros no deberían dejar de hacer en su visita a Mauritania:
Pesca con redes
Mauritania era originariamente hogar de pescadores, y aún lo es.
Aunque la mayoría de los pescadores tradicionales emplean redes que fabrican ellos mismos, ya existen aquí grandes embarcaciones para la pesca comercial, así como equipamiento pesquero moderno.
Para vivir de cerca la realidad de la vida del pescador, intente acercarse a los pequeños pueblos mauritanos y tratar con los nativos, o simplemente observe desde lejos cómo pescan.
Dependiendo de su valentía y encanto personal, también podría pedirles que le permitan participar en la pesca hecha al modo tradicional, desde la creación de sus propias redes a la propia actividad de pescar en mar abierto.
Después de pescar, puede cocinar las capturas sobre una fogata y comérselas con los nativos.
Ver a la tribu de los delfines
La tribu mauritana de los delfines es uno de los iconos definitorios del país. Entre Nuakchot y Nuadibú, este pueblo vive y trabaja “codo a codo” con los delfines y nadie sabe en realidad cuánto tiempo llevan haciéndolo.
Cada vez que los miembros de la tribu van de pesca, llaman a los delfines. Los pescadores simplemente echan las redes en aguas someras y los delfines hacen el resto del trabajo, es decir, conducen a los peces hasta la red.
Tras recoger los peces, los pescadores comparten la captura con los delfines.
Debido a la afluencia reciente de turistas a la zona, el número de capturas ha descendido un tanto. Solo se permite que unos pocos visitantes sostengan las redes, y hacer ruidos innecesarios o espantar a los delfines está estrictamente prohibido.
Conducir por las dunas
Puesto que Mauritania es un desierto, como gran parte de los países africanos, conducir por las dunas es una de las actividades turísticas populares en la zona. La conducción todoterreno sobre arena es habitualmente dominio exclusivo de los profesionales de este tipo de práctica, ya que es muy diferente de la conducción normal.
Durante este tipo de actividad solo se emplean vehículos 4×4 y los turistas solo pueden viajar en el asiento trasero o del copiloto. No se les permite conducir el vehículo a no ser que tengan la experiencia adecuada.
Uno de los motivos para que así sea, es que el recorrido resulta más emocionante si es el profesional de la conducción sobre dunas el que atraviesa la arena. También existen técnicas específicas para pasar las dunas empinadas.
Ir en 4×4 por las dunas es como subirse a una montaña rusa y no se recomienda a quienes padecen de un corazón débil. Aún así, el recorrido es totalmente seguro. Solo debe asegurarse de que está en manos de un conductor experto en dunas.
Admirar el panorama
Mauritania no es un país muy urbano, así que durante su visita, despídase de los centros comerciales y tiendas de categoría. Una de las actividades turísticas más populares aquí es disfrutar del paisaje.
La prodigalidad de la madre naturaleza y las ruinas antiguas ocuparán con seguridad la mayor parte de su tiempo. Muchas de las pequeñas localidades de Mauritania han sido declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad, así que realmente merecen una visita.
Estos pueblos fueron antaño importantes núcleos para el comercio, y todavía encontrará en ellos muchas ruinas que recuerdan su pasado glorioso.
Los viajeros procedentes de algunas de las mayores ciudades del mundo también vienen hasta aquí para contemplar las dunas, las palmeras datileras, las cordilleras y la naturaleza en su versión más sencilla. Aparentemente, no hay altos edificios ni luces brillantes que definan el paisaje urbano.
Durante las excursiones no olvide llevar un sombrero o echarse pantalla solar, ya que el sol puede ser muy riguroso con su piel. Lleve consigo agua embotellada en todo momento, en particular cuando visite las localidades más pequeñas; recuerde que aquí no va a encontrar grandes comercios.
Comprar
Ir de compras en Mauritania significa acercarse a los mercados locales, donde se venden productos de artesanía local.
Dése el lujo de adquirir pinturas, plata, alfombras y especias. La mayoría de los artículos son baratos, por lo que aquí no tendrá que preocuparse de quedarse sin dinero.
De todos modos, practique sus habilidades para regatear. Los nativos tienden a considerar que los turistas responden al estereotipo de ‘gente rica’, por lo que pueden proponerle un precio más alto del habitual.
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