Hombori
Dueña de unas magníficas formaciones rocosas muy peculiares, Hombori es uno de los secretos mejor guardados de Malí. Está situada en las laderas de la mesa de Hombori Tondo Mesa, entre las ciudades de Gao y Mopti, y es de fácil acceso en autobús o taxi desde Bamako.
Puede que se conozca a Hombori por ser uno de los sitios más calurosos del globo, pero sus cautivadoras formaciones rocosas y su asombrosa fauna y flora la convierten en una excelente oportunidad de hacer una expedición por Malí.
Si le interesan las aventuras pensadas para escaladores serios, Hom es la mejor opción. Riscos, montañas y mesas se combinan para hacer de este lugar el destino soñado por cualquier escalador. Para velar por su seguridad durante la estancia en esta zona, conviene viajar con un guía autorizado, para evitar aquellas áreas que están fuera de los límites fijados para la escalada.
El pintoresco panorama de la Mano de Fátima recuerda a quien la contempla las maravillas de que es capaz la naturaleza. El sitio recibe su nombre de la hija del profeta Mahoma y es un clásico entre los favoritos de los turistas que visitan Hombori.
Los viajes por la naturaleza están incompletos si no hay animales. En este sitio se encuentra la reserva De Douentza, habitada por manadas de elefantes y otras especies de fauna salvaje.
Bamako
Bamako es la capital de Malí y la mayor ciudad del país. Cuenta con una gran selección de atracciones turísticas que la convierten en el lugar más visitado de Malí.
Esta ciudad ofrece un bufé étnico a todos sus visitantes. En sitios como el mercado rosa, el mercado de los fetiches, el de los artesanos y el pequeño mercado, encontrará sin duda lo que anda buscando.
Bamako es desde hace tiempo el centro reconocido del comercio y la industria en Malí. También es donde se reúnen los músicos profesionales y amateur. En el Instituto Nacional de las Artes actúan y se presentan ante el público con regularidad músicos muy conocidos.
Puede optimizar su experiencia cultural si planifica la visita para que coincida con los Encuentros de fotografía bienales, una exposición fotográfica que se celebra en Bamako, en la Biblioteca Nacional de Malí.
Si prefiere explorar los lugares de interés turístico de la ciudad, puede apuntarse a las visitas a cuevas, para ver cómo ha vivido allí la gente durante siglos.
Tombuctú
Tombuctú es una modesta localidad, rodeada por el desierto del Sáhara. Su afamada solera deriva de su antigüedad como mercado fronterizo que conectaba a los comerciantes islámicos y bereberes del norte de África con los territorios al sur del Sáhara.
Aunque en la actualidad Tombuctú es muy pobre, posee un aeropuerto porque sigue siendo un tremendo imán para los turistas, al figurar en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO y estar etiquetada como una de las maravillas de África.
Las atracciones más importantes de la ciudad son sus tres mezquitas principales, la Djingareiber, la Sankore y la Sidi, todas ellas abiertas a los musulmanes. Quienes no profesan este credo pueden sacar fotografías desde fuera, una buena opción porque el diseño exterior de las mezquitas es muy interesante.
Si prefiere visitar sitios a los que pueda entrar, pruebe con la morada de Heinrich Barth, el primer occidental que llegó a Tombuctú y regresó. Hoy en día, la vivienda conservada es un museo con algunas fotografías antiguas de Tombuctú.
Si quiere ver toda la ciudad de una vez, diríjase al Grand Marche, de dos pisos. En este mercado no solo se venden todo tipo de artículos, también ofrece unas magníficas vistas de Tombuctú desde la azotea.
Segú
Segú es una coqueta ciudad con grandes vistas sobre el río Níger y en ella residen artistas de talla internacional en el sector de la cerámica con arcilla y calcárea.
Enclavada entre Djenné y Bamako, Segú era antaño sede administrativa de los franceses, allá por 1892. En la actualidad, la población es tan relajante que puede literalmente ponerse cómodo y contemplar la lenta navegación de las perogues (largas embarcaciones de madera) mientras disfruta de un plato de boulettes de boeuf (albóndigas) con su vino o cerveza favoritos.
Muy cerca de Segú está la aldea de Ségoukoro, el núcleo urbano original. Los aficionados a la historia se alegrarán de saber que en este lugar está la tumba de Biton Coulibaly1.
También en las proximidades, Kalabougou et Farako es el mayor proveedor de cerámica y cazuelas de Segú. En esta ciudad es donde todos los artesanos ceramistas comparten sus conocimientos con los extranjeros que desean aprender su arte.
Otra maravilla a tener en cuenta al viajar a Segú es Markala. Alberga el prestigioso Festival de Marionetas, asombroso por sus animadas danzas y la escala de los muñecos de madera, con más de 3 metros de altura.
Djenné
Djenné formó parte de la fiebre del oro que asoló el occidente africano entre los siglos XV y XVI. Se cree que casi un 73% del oro mundial de la época procedía de sitios como Tombuctú, desviado hacia Djenné.
Hoy día este magnífico lugar alberga algunas de las maravillas arquitectónicas y edificios de ladrillos de barro con los que se identifica al país.
La mezquita de Konboro en Djenné se considera uno de los edificios de este tipo más grandes del mundo. Esta asombrosa construcción, erigida en el siglo XIII, mide 11 metros de altura y en ella se conservan numerosos objetos religiosos autóctonos de la ciudad.
Sikasso
Esta ciudad se ubica en la ‘Huerta de Malí’ y le resultará relajante gracias a la ocasional brisa fresca, que hará que se detenga en su camino.
El encanto de Sikasso reside en los edificios de tierra y los vestigios de las tatas, o murallas de la ciudad. La más notable de estas estructuras sería el Palacio del Último Rey y el Mamelon, un terreno sagrado que los monarcas malíes Kénédougou tenían en gran consideración.
Indudablemente, una de las mejores atracciones turísticas que pueden encontrarse en Sikasso son las cataratas Farako. Hay visitas diarias que atraviesan el exuberante verdor y suben hasta la cima de este célebre lugar, rodeado de tranquilas aguas claras.
Sikasso es fundamentalmente una localidad agrícola que produce fruta y verdura, componentes principales de su comercio e industria. Gracias a la muy fértil composición de sus suelos, Sikasso disfruta de una vegetación abundante y está verde durante todo el año, una rareza en África.
Acantilados de Bandiagara
Los acantilados de Bandiagara son en verdad un panorama único y asombroso que, sin duda, cautivará su imaginación y llenará sus álbumes con fotografías impresionantes.
Cuesta imaginar que la gente viviera de hecho en estas casas durante tanto tiempo y sobreviviera como lo hizo. Se cree que las viviendas interconectadas mediante cuevas fueron el rasgo clave que impidió a los franceses llegar a este asentamiento de los dogones/tellem.
En la actualidad, el acantilado de Bandiagara es un lugar de interés escénico, donde artistas y fotógrafos capturan y dibujan innumerables impresiones del paisaje. Las visitas diarias llevan también a los turistas en itinerarios educativos y culturales por las aldeas del entorno.
Tumba de los Askia
La tumba de los Askia es seguramente uno de los lugares de mayor misticismo que pueden visitarse en Malí. Fue erigida en 1495 por Askia Mohamed, un gobernante del Imperio Songhai del siglo XV, después de que admirase las pirámides de Egipto en su viaje de peregrinación hacia La Meca.
Inspirado por las pirámides, empleó la madera que había traido desde La Meca para erigir su propia pirámide, la tumba de los Askia.
No se ha confirmado, no obstante, que Askia fuera efectivamente enterrado en esta tumba cuando falleció.
Las visitas guiadas le llevarán a los distintos rincones de culto del interior de la tumba. Desde la cima, se puede ver en su totalidad la ciudad de Gao. Si el cielo está claro, es posible divisar incluso la Duna rosa y el río Níger.
La Duna rosa
Considerada por algunos hogar de hechiceros, la Duna rosa, que corre paralela al río Níger, es uno de los lugares de interés turístico más populares de Malí.
Las visitas a las dunas se realizan cuando el intenso calor del sol de mediodía ha descendido. Esto no solo ayuda a prevenir los golpes de calor entre los turistas, sino que también facilita que disfruten al máximo del tono rosado de la arena, apreciable con la puesta de sol.
De este fenómeno deriva el nombre de la Duna rosa.
Se llega a ella en barca y está abierta a las visitas casi todos los días. Si va allí entre octubre y febrero, podrá ver un montón de aves migratorias europeas que se desplazan a la zona de la Duna rosa para disfrutar del cálido clima y darse un festín con las presas fáciles que abundan en el Níger.
Mopti
La ciudad de Mopti consta de tres islas, llamadas Medina Coura, Ciudad Vieja y Ciudad Nueva, unidas entre sí por diques. Debido a ello, a veces se hace referencia a Mopti como ‘la Venecia de Malí’.
Mopti es una de las regiones comerciales más importantes de Malí. También es célebre entre los turistas, que vienen a ver la Gran Mezquita de Mopti o mezquita Komoguel, que se encuentra desde 2009 en la Lista tentativa de la UNESCO del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Se puede acceder a Mopti en transbordador desde Djenné, Koulikoro, Gao y Tombuctú. En la ciudad hay varios hoteles, incluidos el Hotel Ambedjele, Hotel Y a pas de probleme y el Hotel Kanaga.
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