Disfrutar de las actividades acuáticas
El lago Malaui es como un fragmento de vidrio azul que crease una separación acuosa entre Malaui y los países de Mozambique y Tanzania.
Este famoso lago tiene 560 kilómetros de longitud y 75 de anchura. Está salpicado de pequeñas islas y ensenadas solitarias a las que se puede llegar en barca.
Con semejante extensión acuática, el piragüismo en kayak o canoa es una de las actividades recreativas preferidas en la zona. Verá que algunos de los centros turísticos tienen sus propia flota de embarcaciones a disposición de los visitantes.
La observación de aves a lo largo de la costa del cabo Maclear es otra estupenda forma de pasar el tiempo. Contemple cómo pájaros diversos, que incluyen el cormorán, el ave martillo y el pigargo vocinglero, se zambullen en el lago para conseguir alimento, y maravíllese con la asombrosa variedad de colores, formas y tamaños que ostentan las aves de la zona.
Por último, las playas de la costa ofrecen paz y tranquilidad a quienes desean escapar de las presiones de la vida moderna. Disfrute del sol en soledad y observe cómo los nativos pescan su cena, casi meditativos.
Probar el buceo en agua dulce
El lago Malaui es el tercer mayor lago de África. Sus serenas aguas tropicales albergan más especies animales que los otros dos lagos africanos que lo superan en tamaño, el Victoria y el Tanganica, juntos.
También está considerado como uno de los mejores puntos de inmersión en aguas dulces del mundo. Uno de los motivos es que en el lago viven unas 800 especies de cíclidos.
Los cíclidos no son unos peces que nos resulten poco familiares a la mayoría de nosotros. Sus brillantes colores y reducido tamaño los convierten en uno de los pilares principales de los acuarios de todo el mundo.
No obstante, 52 especies de cíclidos se encuentran amenazadas y 106 en peligro crítico de extinción. Por lo tanto, meterlos en un acuario no es la opción más recomendable, medioambientalmente hablando.
El lago Malaui es uno de los pocos sitios donde aún se pueden contemplar y admirar estos animales en su hábitat natural.
La mejor época para zambullirse es entre los meses de agosto y diciembre, cuando las aguas están claras y la visibilidad puede llegar a los 30 metros de profundidad.
Hacer un safari
Malaui se promociona en Occidente con el eslogan “ África para principiantes”. A pesar de este sobrenombre, el país resulta a menudo “puenteado” en favor de las reservas de caza de Kenia y Tanzania, más populares.
Esta aparente debilidad es también la fuerza de Malaui, ya que, a consecuencia de esa negligencia por parte de muchos turistas, la naturaleza salvaje del país permanece en gran medida intacta y proporciona una magnífica relación calidad-precio a los aventureros que optan por hacer un safari aquí.
En el país hay nueve parques nacionales y reservas naturales que engloban paisajes diversos, por lo que cualquier viaje ofrece variados desafíos.
Súbase a un todoterreno y vea cazar a los leones. Un safari en barca por el río Shire puede darle la oportunidad de encontrarse cara a cara con los hipopótamos. Un safari a caballo por el parque nacional Liwonde puede terminar con su montura cabalgando al lado de antílopes y cebras.
Admire lo que otros muchos han ignorado y congratúlese por la ausencia de multitudes y el medio ambiente virgen que le espera.
Visitar las aldeas
Aquellos turistas que van buscando experiencias culturales pueden descubrir una verdadera mina antropológica al intentar vivir en auténticas cabañas de barro en Malaui. Es posible pernoctar con los anfitriones y en algunas de las aldeas también se puede asistir a clases de cerámica y otras manifestaciones artísticas.
La mayoría de los edificios coloniales, incluidas las iglesias, se han conservado en las poblaciones. Estas construcciones se remontan a los tiempos en que David Livingstone andaba por la zona.
Cerca de Dedza hay también pinturas rupestres de la Edad de Piedra. La importancia de estos vestigios ha hecho que el sitio se incluya en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO.
Los museos abundan también en Malaui. Aunque la mayoría de ellos se dedican a exhibir el modo de vida del país durante el periodo colonial británico, algunos, como el de Blantyre, documentan el tráfico de esclavos árabe que existía cuando Malaui aún pertenecía al Imperio Maravi.
Ir de compras en Lilongüe
Las realizaciones artísticas y la excelente artesanía malauíes poseen un reconocido prestigio. Con las herramientas y materiales más básicos, un artista de Malaui puede reflejar de forma impresionante las pacíficas escenas de la vida cotidiana del país.
Desde la talla de madera a la cerámica, pasando por la cestería y la joyería, los vendedores ofrecen de todo en el Mercado de artesanía y el Old Town Mall de Lilongüe.
Escoja lo que desee y lléveselo a casa, le servirá para echar mano de los recuerdos de Malaui para relajarse un poco cuando vuelva a su vertiginoso mundo cotidiano.
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