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Baines’ Baobabs

Dónde ir en Botsuana

El Delta del Okavango

Okavango Delta

El delta del Okavango es uno de los más bellos destinos naturales del mundo, frecuentado tanto por turistas como por fotógrafos e investigadores.

Visitar el delta del Okavango le llevará a admirar varios paisajes únicos, del humedal a los secarrales. El propio viaje es en sí mismo una aventura, en la que se recorre el mayor Delta interior del mundo.

Este delta recibe el nombre de ‘la joya del Kalahari’, por estar situado en el interior de la cuenca de dicho desierto. El nombre alude a su rareza, ya que es un milagro que un ecosistema tan notable exista en semejante lugar implacable.

El delta tiene forma de abanico y recibe las aguas del río Okavango. Multitud de especies, entre las que se incluyen búfalos, elefantes, cebras, jirafas, cocodrilos, leopardos, leones y guepardos, viven en él y sus alrededores.

Se ha propuesto la inclusión del delta del Okavango como Patrimonio Mundial de la Humanidad en el catálogo de la UNESCO. El gobierno de Botsuana está tomando medidas para que el sitio se conserve adecuadamente, ya que es uno de los más preciosos tesoros de África.

Las colinas Tsodilo

Tsodilo Hills

Las colinas Tsodilo se elevan en el Kalahari, alzándose sobre un paisaje más bien llano.

Son un lugar sagrado para quienes viven en ellas, la tribu san, que son sus habitantes originales y la tribu hambukushu, que reside allí periódicamente. Creen que los espíritus de sus ancestros aún moran en las colinas y realizan rituales con regularidad para solicitar su ayuda.

Sobre la superficie de la roca hay pinturas y relieves; cada uno de ellos simboliza determinado aspecto de la vida de la tribu.

Las tres principales colinas de Tsodilo se llaman Hombre, Mujer y Niño. Tras treinta años de investigación arqueológica en la zona se estima que las colinas han estado habitadas durante los últimos 100.000 años. En ellas se han encontrado restos de hierro, cerámicas, conchas, cuentas de cristal, utensilios de piedra y huesos tallados que datan de hace unos 90.000 años.

Estos hallazgos convierten a Tsodilo en uno de los yacimientos históricos más antiguos del mundo.

En las colinas Tsodilo existen varias pistas de senderismo. Algunas de estas son la pista del león, la pista del rinoceronte y la pista del acantilado. En su recorrido por ellas recibirá la asistencia de un guía, para que pueda apreciar la verdadera belleza de Tsodilo con total seguridad.

Parque Nacional Chobe

Chobe National Park

El parque nacional Chobe ofrece un panorama impresionante. Los turistas lo visitan por aire o por carretera y, sea cual sea la forma elegida de hacerlo, la belleza del parque puede apreciarse incluso desde la distancia.

El parque recibe las aguas del río Chobe, que también presta su nombre a la reserva. Este curso de agua permite que el parque cuente con una de las concentraciones de fauna salvaje más diversas de todo el país.

El parque nacional Chobe, creado en 1968, cubre una superficie aproximada de 11.700 kilómetros cuadrados. En su interior hay pantanos, llanuras aluviales y bosques; cada uno de ellos sirve de hábitat a distintas especies.

Una de las más famosas visiones de este parque son las enormes manadas de elefantes que viven cerca de las riberas del Chobe. Las manadas visitan la ribera con mayor frecuencia durante los meses invernales, cuando la sequía hace que los paquidermos estén especialmente sedientos.

Leones, leopardos, chacales, hienas, cocodrilos, hipopótamos, rapaces nocturnas, gansos y águilas son algunos de los animales que podrá contemplar en su visita a esta maravilla natural que es el parque nacional Chobe.

Kgalagadi

Kgalagadi

Kgalagadi es el término utilizado en Botsuana para referirse a lo que el resto del mundo llama el desierto del Kalahari.

El kgalagadi cubre más del 80% del territorio del país, pero se diferencia de la mayoría de desiertos en que, en lugar de caracterizarse por las yermas extensiones arenosas asociadas con este término, el Kalahari está lleno de vida y recursos naturales.

Las praderas del Kalahari son el hogar de diversas especies de fauna de la región, incluyendo los rebaños de reses, que están creciendo con rapidez.

El paisaje del Kalahari es el de una llanura salpicada de arbustos. En los bordes también hay árboles que proporcionan puntos de referencia en un panorama por otro lado monótono. Después de un período de lluvias abundantes, el desierto está aún más animado.

La vasta extensión del Kalahari alberga cinco parques nacionales y reservas de caza: la Reserva del Kalahari Central, la Reserva Makgadikgadi Pans, la Reserva Khutse, el Parque Transfronterizo Kgalagadi y el Parque NacionalNxai Pan.

El Kalahari deja una impresión de asombro y humildad grabada en sus visitantes, que ven cómo un territorio desierto conserva su belleza albergando una ingente cantidad de vida.

Ghanzi

Ghanzi

La ciudad de Ghanzi es el centro del sector ganadero en Botsuana. Aquí se ubican más de 200 explotaciones ganaderas, que cubren un 6% del territorio del país, flanqueadas y conectadas por cercas.

La calidad de los productos ganaderos de esta región de Botsuana cuenta con el reconocimiento internacional. Las explotaciones de Ghanzi proporcionan el 75% de las exportaciones de ternera de la Botsuana Meat Commission, que exporta carnes fundamentalmente al Reino Unido y el resto de la Unión Europea.

Una ventaja adicional si visita Ghanzi en agosto es que puede asistir al Festival de danza kuru, una exhibición de la música y bailes tradicionales de los oriundos de la zona.

Santuario Khama Rhino

Khama Rhino Sanctuary

El santuario Khama Rhino se encuentra a tan solo 20 km de la población de Serowe. La gente que gestiona el parque y trabaja en él son residentes de la zona y ofrecen recorridos para la observación de fauna y aves, safaris a pie y venta de artesanía y arte local a los turistas.

El santuario Khama Rhino fue fundado en 1989 en respuesta a la caza furtiva de rinocerontes en el país, que entonces alcanzaba proporciones alarmantes. Tanto el rinoceronte negro como el rinoceronte blanco estaban en peligro de extinción debido a estas actividades, incluso a pesar de gozar del estatus de especie protegida desde 1922.

El santuario recibió sus primeros cuatro rinocerontes blancos en 1992, trasladados desde el parque nacional Chobe. Otros ocho llegaron desde los parques nacionales del noroeste de Sudáfrica.

El rinoceronte negro, también muy amenazado, se reintrodujo en 2002.

En la actualidad, el santuario Khama Rhino está prosperando. Ahora el parque es una fuente habitual de rinocerontes que se destinan a la reintroducción en otras reservas del país. Además, en 2008 ha nacido aquí el primer rinoceronte negro, lo que marca el inicio del resurgimiento de la especie.

Gaborone

Gaborone

Se ha dicho que Gaborone es la ciudad africana de crecimiento más rápido. La capital de Botsuana lleva expandiéndose de forma continuada desde que el país consiguió la independencia en 1966.

Las raíces de Gaborone son las de una pequeña población administrativa. En ella solía haber solo un pequeño asentamiento cerca del ferrocarril y un reducido centro administrativo en las proximidades. Hoy en día es una metrópoli extensa, cuyo desarrollo ha sido favorecido por los expertos extranjeros que contribuyeron a construir la ciudad desde el primer día de su existencia.

La Gaborone actual cuenta ahora con cuatro enormes centros comerciales de estilo americano, con grandes cines, un montón de hoteles y casas de huéspedes para los viajeros, restaurantes de todo tipo, un aeropuerto internacional, locales nocturnos y discotecas, un centro cultural, una galería de arte y museo nacional e instalaciones deportivas tales como dos campos de golf.

No obstante, una característica única de Gaborone es su cercanía al África rural. Aunque los turistas pueden disfrutar en la ciudad de las comodidades más conocidas, a dos minutos en coche se encontrarán en medio del desierto y rodeados por la fauna de Botsuana.

Francistown

Francistown Botswana

Francistown es una de las más antiguas poblaciones de Botsuana y fue anteriormente el centro neurálgico de la primera fiebre del oro en Sudáfrica. Se encuentra a unos 436 km al norte de Gaborone.

Los africanos de la región circundante llevaban siglos dedicándose a la minería del oro, antes de que llegaran los europeos a mediados del siglo XIX. El asentamiento original se erigió cerca de la mina Monarch en 1897 y recibió su nombre por el buscador y minero británico Daniel Francis.

Actualmente, Francistown es la segunda mayor ciudad de Botsuana. Se ha convertido en centro de la industria y el transporte, y cuenta con una línea férrea que lleva hacia el norte, hasta Bulawayo, en Zimbabue.

Francistown está en pleno auge económico, animado por la reactivación de la minería del oro en la zona. Los sectores del transporte y la propiedad se han reavivado en la ciudad gracias a toda la actividad y los desarrollos y mejoras en infraestructura.

Parque Transfronterizo de Kgalagadi

Kgalagadi Transfrontier Park

El parque transfronterizo de Kgalagadi se estableció cuando Botsuana y Sudáfrica firmaron un tratado en 1999 para posibilitar su creación. Este es el primer parque transfronterizo de África y fue inaugurado oficialmente en 2002.

Con una superficie de 37.000 kilómetros cuadrados, el parque transfronterizo de Kgalagadi es un proyecto conjunto de ambos países y los dos se reparten las tareas de gestión de la reserva. No hay cercados en el terreno del parque, para que los animales recorran libremente el desierto, luchando por su supervivencia.

Se han diseñado instalaciones de aduanas e inmigración en el parque que permiten acceder al mismo desde un país y abandonarlo por el otro extremo, saliendo a la otra nación.

En el parque transfronterizo de Kgalagadi los turistas cuentan con tres principales áreas que explorar: el valle del río Nossop, situado en la frontera entre ambos países, las pistas de senderismo en territorio de Botsuana y la zona nororiental del parque, que fue antaño la reserva de Mabuasehube.

Los baobabs de Beines

Baines’ Baobabs

Los baobabs de Beines son una de las atracciones destacadas del parque nacional Nxai Pan. Se encuentran a unos 30 kilómetros de la entrada del parque.

A pesar de la distancia, todos los turistas reservan tiempo para ver estas enormes criaturas.

Este espectáculo consiste en siete gigantescos baobabs, que recibieron su nombre por Thomas Baines, un explorador del siglo XIX.

Baines era también un artista, cartógrafo y naturalista. Hace unos 100 años, llegó hasta aquí y se dedicó a plasmar estos baobabs en sus cuadros.

Los documentos de Baines sobre su viaje resplandecen con su gran apreciación de África. Sus diarios, dibujos, bocetos y pinturas proporcionaron una visión única del África de entonces, un continente que aún admiramos a día de hoy.